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Barcelona
Sentir cómo un ejército de arañas sube por todo el cuerpo o ver que el mundo se viene encima cuando entras en un ascensor son temores que acompañan a numerosas personas a lo largo de su vida. Esta ansiedad o miedo es fácil de superar gracias a las nuevas tecnologías.
Atrás quedaron las numerosas sesiones con psicólogos, ya que en los últimos meses se ha lanzado al mercado una plataforma multifobia que sumerge al paciente en diversos escenarios para que éste vaya adquiriendo recursos para enfrentarse a sus miedos poco a poco.
«El paciente acude a la consulta, recibe un diagnóstico concreto y comienza el tratamiento, que dependiendo del caso suele durar unas 10 sesiones», explica Julio Álvarez, responsable de salud de Virtualware, la empresa encargada de lanzar al mercado esta plataforma. «En estas sesiones –continúa– se intercalan terapia cognitivo-conductual y terapia de exposición a realidad virtual».
Existen dos procedimientos para presentar la realidad virtual, unas gafas o un casco. En el primer caso el escenario se proyecta en las gafas y el paciente se mueve por él. En el segundo, se utiliza un videoproyector para visualizar las imágenes y el paciente se desplaza con la ayuda de una palanca (joystick) como en los videojuegos. La plataforma cuenta con alrededor de 100 escenarios distintos que se adaptan a las posibilidades de cada persona. «La calidad de los entornos creados y el uso del 3D proporcionan una mayor vividez y una mayor capacidad inmersiva», comenta Wenceslao Peñate, catedrático de Psicología de la Universidad de La Laguna (Tenerife).
Acudir al médico a hacerse una analítica y desmayarse nada más pasar el umbral de la puerta es algo que ocurre diariamente en todos los hospitales del mundo. Este pánico extremo, incontrolable e irracional hacia los objetos punzocortantes, es superable gracias a esta nueva plataforma, ya que con el casco puesto el paciente se adentra en un entorno médico lleno de agujas que le ayudará a tratar ese desorden psicológico.
Hacer un viaje, durante unos minutos, en el interior de un ascensor que no para de subir y bajar, y en el que sus puertas se abren y cierran continuamente, ayuda a aquellos que sienten claustrofobia o miedo a los espacios cerrados a superarlo.
Pero la reina de las fobias en la mayoría de los ciudadanos es el pánico a los insectos, conocida como entomofobia. El paciente se adentra en un parque virtual en el que hay cucarachas, abejas y arañas por todas partes.
«La plataforma existe en cuatro centros españoles, y, aunque no es la única que trata fobias, es la única que tiene carácter multifobia», argumenta Álvarez. «El papel de los psicólogos es crucial porque son los que guían a esas personas durante la exposición, de manera que les facilitan las técnicas específicas para que controlen sus pensamiento», afirma Peñate.
Este tipo de programas se extienden a lo largo del mundo. Un estudio realizado por Willem-Paul Brinkman, en la Universidad de Delft (Holanda), muestra cómo este método puede dar soluciones a problemas tales como el miedo a volar o los trastornos sociales. Brinkman intenta tratar la paranoia que tiene mucha gente y que desemboca en problemas sociales. Para ello, se ha centrado en la creación de un bar virtual. «Hemos realizado una investigación sobre lo que sucede cuando nos exponemos a un entorno muy ocupado», explica Wim Veling, del Instituto Psiquiátrico Parnassia de Delft Outlook. Los investigadores graban las reacciones físicas de los pacientes y pueden observar cómo hay cambios en los latidos del corazón o en la producción de sudor.
«Los pacientes, después del tratamiento, reconocen que cuando estaban sentados en el tranvía, por ejemplo, sentían que los estaban observando», explica el profesor Van der Gaag de la Universidad de Delft, «o que escucharon fragmentos de conversaciones y pensaron que hablaban de ellos –continua–, por lo que su respuesta fue huir». «En el mundo virtual les ayudamos a reaccionar de forma diferente, de forma que el paciente se dé cuenta de que la gente mira realmente hacia otro lado y no hay nada al respecto», finaliza.
miedo a volar
El avión es el medio de transporte más seguro, según las estadísticas. Pero al mismo tiempo es el que despierta mayores recelos entre los viajeros. Se estima que alrededor de un 17 por ciento de la población padece aerofobia.
Los simuladores de vuelo es otra de las opciones que tienen los ciudadanos para superar su miedo a volar. Esta alternativa se lleva a cabo desde hace tiempo. Iberia en colaboración con Especial Directivos (Grupo Wolters Kluwer) organiza desde 1990 un seminario de «Cómo perder el miedo al avión». Durante el seminario los asistentes reciben información directa sobre el avión, se les da apoyo psicológico y, como herramientas tecnológicas, emplean simuladores de vuelo para finalmente realizar un vuelo real en el puente aéreo de Barcelona. Los resultados obtenidos desde sus inicios, según Iberia, han sido extraordinarios.
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