El soldado Guilad Shalit regresará a Israel el martes o miércoles

EL CAIRO, mADRID- El desenlace del secuestro del cabo Gilad Shalit se empezó a vislumbrar hace tres meses. Hamas, debilitado por la caída en desgracia del régimen sirio, dio signos de flexibilidad respecto a dos de los grandes escollos: la identidad de los presos –su principal exigencia era Maruan Barguti– y el número de presos que debían regresar.
El 5 de octubre, el diálogo entre el equipo israelí con mediadores egipcios entró en una fase definitiva en El Cairo. El domingo 9, se perfilaron los últimos asuntos y el martes 11 se firmó el histórico acuerdo que fue rápidamente enviado a Jerusalén para que fuese aprobado por el Gobierno de Netanyahu. Dentro de seis días, Shalit, de 25 años, será entregado a Israel vía Egipto. La liberación de los 1.027 presos palestinos se realizará en dos etapas y se prolongará durante dos meses.

Los israelíes ayer celebraron la festividad de Sucot (una especie de Reyes Magos judío) con una alegría especial. En un país en que el servicio militar es obligatorio es comprensible que las familias se identificaran con Aviva y Noam Shalit e hicieran suya la causa de la liberación del soldado.

Pero ayer también era un día para recordar a las víctimas de los extremistas palestinos. El Gobierno israelí publicará el domingo la lista de los primeros 477 presos y las víctimas tendrán hasta el lunes para interponer ante el Tribunal Supremo sus recursos. En principio, no se espera que el alto tribunal vaya a impugnar el acuerdo del Consejo de Ministros.
Los analistas destacaron ayer el papel que ha desempeñado la Junta Militar egipcia. Egipto se encuentra en una delicada situación respecto a los palestinos y a Gaza en concreto, entre la presión popular y la que recibe desde el vecino Israel y el principal aliado de ambos, EE UU. Se cree que Israel habría pedido a Egipto que localizara a Shalit en Gaza a través de sus Servicios Secretos, para luego poder liberarlo por la fuerza, pero El Cairo habría rechazado hacer algo que le hubiera enfrentado con sus ciudadanos.

El ex presidente Mubarak era especialmente odiado por su política respecto a Gaza, acusado de colaborar en el bloqueo, cerrando su frontera con la franja. Tras la revolución, una de las principales reivindicaciones de los egipcios es un cambio de la política exterior, especialmente respecto a Israel. De hecho, pocas horas después de que fuera anunciado el acuerdo para el intercambio de prisioneros entre Israel y Hamas, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ofrecía una disculpa formal a Egipto por la muerte de sus agentes fronterizos abatidos. Barak no lo había hecho hasta ahora, provocando la ira egipcia, y sus disculpas justo en este momento podrían ser interpretadas como la contrapartida por su importante rol mediador en el conflicto.

Pese a su delicada situación interna, el Gobierno provisional egipcio ha salido reforzado de esta crisis y ha ganado autoridad para cumplir con su esperado papel mediador en el proceso de paz.
 

Gilad sabe que será liberado
Los islamistas de Hamas anunciaron ayer que habían informado a Gilad Shalit de que va a ser liberado en los próximos días. Cunde la preocupación por su estado de salud. Hamas impidió que Shalit fuera visitado por la Cruz Roja u otra organización internacional en estos cinco largos años de cautiverio.