Música

Londres

Fallece Pedro San Martín el bajista de La Buena Vida

El grupo La Buena Vida ha perdido con la muerte en accidente de circulación de su bajista, Pedro San Martín, a una persona "muy vitalista, alegre y dinámica", un músico "inquieto, vehemente y con mucho carácter".

Así ha definido a San Martín, quien falleció ayer en un accidente de circulación, su compañero José Luis Lanzagorta, el teclista del grupo donostiarra quien aún está "paralizado"por la noticia de la muerte del músico.

Lanzagorta ha explicado a Efe que San Martín, de 39 años, estaba el pasado fin de semana en una casa rural con unos amigos, entre ellos el guitarra del grupo, Javier Sánchez, y sufrió el accidente cuando regresaba al alojamiento tras asistir a un concierto de Nacho Vegas en Burgos.

Desde entonces, el teclista ha recibido llamadas telefónicas de pésame, pero sobre todo correos electrónicos de amigos comunes expresándole sus condolencias. Lanzagorta conoció a San Martín en 1993, cuando comenzaron a compartir un local en San Sebastián cada uno con su grupo. Seis años después inició su relación con La Buena Vida cuando se lo pidieron porque necesitaban un pianista para hacer algunos directos.

No puede hablar "a fondo"de los comienzos de la banda a finales de los 80, pero asegura que San Martín pasó de ser sólo el bajista a tomar poco a poco más protagonismo al comenzar a componer y hacer arreglos. Era, asegura, una de las cabezas del grupo junto los guitarristas Javier Sánchez y Mikel Aguirre, éste último también la voz tras la marcha de Irantzu Valencia.

El bajista de La Buena Vida estudió Económicas en Bilbao y pasó un pequeño periodo de prácticas en Londres, pero salvo esa etapa siempre ha vivido en su ciudad, de la que tomó el nombre el movimiento denominado "Donosti Sound", en el que también se incluye su grupo.

Pedro San Martín, que residía en el barrio de Amara, trabajaba en una empresa de Orio porque, como al resto de miembros de la banda, la música no le daba para vivir. No obstante, su dedicación al grupo era "plena"y su aportación "fundamental", afirma Lanzagorta, que se refiere también al bajista como una persona de gustos musicales "muy eclécticos".

Era "siempre muy positivo, movido, efusivo y un entusiasta de la música", destaca el teclista, que explica que San Martín aprovechaba prácticamente todos los fines de semana para asistir a conciertos y festivales de música. "Volviendo de un concierto le ha llegado esto", se lamenta. Añade que nunca asistía a las actuaciones "pasivamente", sino que solía establecer "mucha relación en el 'backstage' con los músicos de otros grupos".

"Ya se está viendo ahora en las redes sociales, hay un montonazo de gente de toda España que le conocía porque estaba siempre en todos los conciertos. Era muy sociable, estaba siempre haciendo relaciones y pasándolo bien", destaca.