Barcelona
Jonathan Coe saca los colores al inglés medio
Barcelona- Las leyes de la picaresca son sencillas. Coges un antihéroe, un personaje con algún tipo de tara, le echas a la carretera, le haces que se tropiece con personajes todavía más estrafalarios que él, y a partir de aquí ya tienes los ingredientes suficientes para hacerle vivir un montón de aventuras. El resultado es que el personaje se conocerá a sí mismo y puede incluso que cambie a mejor. Sin embargo, también puede ocurrir que lo que descubra no le guste en absoluto y todavía le vuelva peor. Éste sería el caso del protagonista de «La espantosa intimidad de Maxwell Sim» (Anagrama), la nueva novela del Jonathan Coe, en la que el escritor británico vuelve al humor descarnado y a la sátira social del estilo de Henry Fielding, Laurence Sterne y Tobias Smollett
Huir de los secretos
Maxwell Sim es un hombre aburrido, sin mucho que ofrecer. Tiene 48 años y nunca ha conocido la intimidad. Su padre nunca le trató con cariño y su madre no le trataba mucho mejor, así que pensó que eso era lo normal, que las relaciones humanas no tenían más que ofrecer. Solo y deprimido, iniciará un viaje por el interior de Inglaterra en el que por fin conocerá la intimidad, sí, la suya propia, pero quizá no sea lo que esperaba y ya será tarde para arrepentirse. «Conócete a ti mismo», decía Sócrates. «Hay que matar a Sócrates», diría Maxwell Sim. «Es un personaje plano, que siempre ha huído de las sorpresas porque prefería el confort en el que estaba instalado, pero poco a poco iremos descubriendo quién es en realidad. Detrás de todas las personas aburridas del mundo, siempre puedes encontrar una historia interesante y un poco de pasión», aseguró ayer Coe.
Después de la seriedad de «La lluvia antes de caer», regresa a la farsa y al humor en esta divertida historia que vuelve a desenmarcarar al inglés medio, riéndose de una Inglaterra que cada vez se parece más a un catálogo de un supermercado. «Inglaterra está perdiendo su gen británico. La globalización ha hecho que todos los pueblos se parezcan, con sus tiendas, sus gasolineras. Somos una democracia, si las cosas son así es porque a alguien le gustará. Yo he querido hablar de alguien que le gusta», sentenció Coe.
Otra de las claves de la novela son las nuevas tecnologías y la aparición de las redes sociales a la hora de articular nuevas maneras de relacionarse. «La primera vez que viajé en coche con un GPS, una voz de mujer me iba dando direcciones. Iba con mi esposa, que en un momento me dijo algo y yo grité que se callara, que estaba escuchando a la máquina. Entonces pensé en un hombre que tiene más intimidad con la tecnología que con su pareja», afirmó el escritor.
Coe prepara ya una serie de novelas en las que seguirá a una misma familia por todo el mundo, desde la II Guerra Mundial hasta nuestros días.
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