Ciudad del Vaticano

Los papeles de «Vatileaks» ocultos en una Playstation

El mayordomo de Benedicto XVI habría escondido los documentos robados al Papa en la consola de su hijo

El Santo Padre, en una imagen de archivo, acompañado de su secretario (arriba) y su entonces mayordomo
El Santo Padre, en una imagen de archivo, acompañado de su secretario (arriba) y su entonces mayordomolarazon

MADRID- Paolo Gabriele, el presunto «topo» vaticano, vive las últimas horas bajo arresto domiciliario a la espera o bien de su procesamiento, o bien de su absolución. Según el diario italiano Corriere de la Sera, su casa estaba repleta de documentos secretos. Es cuestión de días. Según las previsiones del portavoz de la Sala Stampa, el jesuita Federico Lombardi, la instrucción del caso «Vatileaks» estaría prácticamente finiquitada. Los periodistas vaticanos están convocados para la segunda mitad de la próxima semana. Se descubrirán entonces las conclusiones de las pesquisas llevadas a cabo por el juez instructor del Tribunal Vaticano, Piero Antonio Bonet.
Entretanto, il «corvo» (el cuervo) como lo define la prensa italiana, sigue defendiendo que actuó solo. El diario Corriere de la Sera recoge algunos datos de sus declaraciones. Gabriele afirma que él filtró y divulgó en solitario los documentos privados que circulaban por las dependencias papales. En cuanto a sus motivaciones, el mayordomo asegura que obró así porque quería ayudar al Papa en su «operación de limpieza de la Iglesia». Durante los sucesivos interrogatorios a los que se vio sometido, el ayudante de cámara siempre sostuvo que no hubo cómplices. También reveló que era él el hombre que habló ante las cámaras en el programa televisivo «Los intocables», show dirigido por el periodista Gianluiggi Nuzzi y que se alimenta de las filtraciones vaticanas y otros presuntos casos escandalosos. Nuzzi, para más señas, es además el autor del libro «Su Santidad. Los papeles secretos de Benedicto XVI» publicado apenas unos días antes de la detención del mayordomo y cuyo contenido eran cables diplomáticos, cartas selladas con el membrete de la Secretaría de Estado Vaticana e informes confidenciales de la Santa Sede.
Según Corriere de la Sera, Gabriele había acumulado en su domicilio una cantidad ingente de cartas y documentos que habría escondido incluso en el interior de la Playstation de uno de sus hijos.
La confesión inculpatoria de Gabriele podría ser un síntoma de arrepentimiento. Eso explicaría quizá la misiva que el mayordomo ha escrito a Benedicto XVI pidiéndole perdón por el escándalo. La carta, se la habría hecho llegar a la comisión cardenalicia capitaneada por Herranz.
Precisamente, el pasado 26 de julio Benedicto XVI recibía en Castelgandolfo a dicha comisión cardenalicia. Junto a los tres cardenales que la componen, el Papa también despachó con el Padre Luigi Martignani, secretario de la comisión y el Juez instructor, Piero Antonio Bonnet, junto con el Promotor de justicia (el fiscal que representa a la acusación), Nicola Picardi, del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Pontífice agradeció las informaciones recibidas e invitó a la Magistratura Vaticana «a proseguir su tarea con esmero».


A la espera de la fecha del juicio
Juez instructor, Bonnet y fiscal, Ricardi, ultiman sus trabajos mientras Gabriele permanece en arresto domiciliario desde el pasado 21 de julio en sus dependencias vaticanas junto a su familia: esposa y tres hijos. Se mantiene a la espera para conocer si, o bien será imputado por la posesión ilegal de documentos reservados de la Santa Sede y su posterior difusión, o bien, si el juez decretará la absolución. De confirmarse la primera posibilidad, el juicio podría celebrarse a principios de otoño.