OPINIÓN: Pleitesía preventiva

En los alrededores del Club Antares, con la Casa Rosa y un par de consejerías llenitas de enchufados, se da la mayor concentración de trincones de la Junta por metro cuadrado. Justo allí se fue Javier Arenas, como Zoido en la precampaña de las elecciones municipales, a darse el baño de masas previo al triunfo. Con esa habilidad de galán antiguo que se le supone por su aspecto, echó por delante a Arantxa Quiroga, el bellezón más imponente de la política nacional, antes de endiñarle a la concurrencia un discurso muy próximo al de investidura. Los pibones amansan a las fieras y en ese plan. Cantó las verdades del barquero en territorio comanche porque sabe que el público acude a estos actos como los bancos al millonario, siempre en auxilio del vencedor. Todo el que quiera ser algo en la Andalucía que amanecerá el 26 de marzo fue a rendirle pleitesía por anticipado. Actuará dentro de poco en el mismo foro Griñán como actuó Juan Espadas, e igual que entonces habrá que cazar a lazo a un algún conspicuo miembro de la sociedad civil para que adorne la foto. Los encorbatados predicen el futuro como en Roma los gansos capitolinos y ya graznan por docenas alrededor del candidato popular. Es lo que los sociólogos llaman el fino olfato del dinero.