CRÍTICA DE CINE /«Propios y Extraños»: Extrañísimos

Además de «El idioma imposible», hoy se estrena también otra película presentada en el pasado Festival de Málaga, que correrá, me temo, igual o peor fortuna que la ya mencionada. «Propios y extraños» es un filme coral, exageradamente, que dirige el también debutante Manolo González, que entrecruza mejor que peor un puñado de historias con un –débil– hilo conductor: un programa nocturno de radio. Así el asunto, no hay más leña que la que acaba ardiendo: a ciertas tramas les falta metraje para poseer mayor hondura, otras directamente sobraban... Al igual que personajes, hasta setenta hay, y, en numerosas ocasiones, lastrados por los tópicos, que nunca son buena compañía: como le sucede a la prostituta ninfómana que aparece, creo, más tiempo que el resto. Una pena, el director tenía buena voluntad y, sobre todo, ganas y fe. A lo mejor, demasiadas, como todo en este filme que ni tiempo te deja para tomarle cariño.

Lo mejor: aunque al director se le veía con fe y ganas, a veces eso no basta para cuajar un buen filme
Lo peor: hay demasiadas historias, demasiados personajes, y faltan ideas realmente con gancho