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Menos muertes violentas más asesinatos machistas
Diez mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas durante este año, tres más que a lo largo de 2010
MADRID. A la espera de que el reloj de la Puerta del Sol marque el fin del año, las muertes violentas que se han registrado este año en la región han ascendido a 45, dos menos que en 2010. La cifra, que sigue la tendencia a la baja de los últimos años (supone un descenso del 4,3% respecto al año anterior) es, según fuentes policiales, «bastante positiva para una región con más de seis millones de habitantes». A pesar de seguir siendo muchos homicidios, son casi la mitad de los que hubo en 2008 (76 muertes violentas) o en 2009 (59). Aunque la cifra ha descendido, hay un aspecto que ha empeorado con respecto al año pasado. De estas 45 víctimas de 2011, diez han muerto a causa de la violencia de género, lo que supone un incremento de tres fallecidas si lo comparamos con el dato de 2010, cuando siete mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Las muertes producidas en demarcación de la Guardia Civil han sido 11 y, por tanto, son 34 las que han tenido que ser esclarecidas por los agentes de la Policía Nacional.
La lista de muertes violentas de este año la «inauguró» un varón de 40 años, que fue encontrado con heridas de arma blanca en el cuello –había sido degollado– el 1 de enero. El hallazgo, apenas unas horas después de que todo el mundo se comiera las uvas, ya pronosticaba que enero iba a ser un mal mes. De hecho, fue el más violento (se registraron 10 muertes violentas) y terminó con dos fallecidos el último día del mes. La primera muerte por violencia de género también se produjo en enero, el día 17. La mujer que tuvo el triste honor de abrir la lista fue Carmen, de 64 años. Su ex pareja la estranguló con un cordón en su casa de Fuenlabrada. Uno de los crímenes más espeluznantes del año fue el de Viorella. Una mujer rumana de sólo 19 años, embarazada, que también fue extrangulada por su novio en un piso de Torrejón el 5 de abril. Nada más cometer el delito, el joven, de 21 años, se lo contó a través de la webcam a su familia en Rumanía.
Aunque, sin duda, el crimen que más conmoción ha causado en 2011 ha sido el del «asesino de la iglesia». Iván Berral, un joven de 34 años y con problemas psiquiátricos sembró el terror en una iglesia de Ciudad Lineal al disparar a dos mujeres para terminar suicidándose de cara al altar. Una de las tiroteadas, María Luisa, de 52 años, consiguió salir del hospital, pero Rocío Piñeiro corrió la peor de las suertes. La mujer, pontevedresa de 36 años, trabajaba en una sucursal de Novacaixa Galicia y aquella fatídica tarde del 29 de septiembre acudió a la iglesia de Santa María del Pinar a pedir que todo saliera bien con el bebé que estaba a punto de dar a luz, ya que había tenido problemas de fertilidad. Una médico del Samur, consiguió practicarle a Rocío una cesárea post mórtem y sacar con vida al pequeño Álvaro del vientre de la fallecida. Desgraciadamente, el bebé murió a los pocos días.
Y, para que su familia descanse de una vez, la muerte que nos gustaría descartar o incluir de forma definitiva de esta lista es la de María Piedad García Revuelta, la joven desaparecida en Boadilla hace ya más de un año.
DOS CASOS DE VIOLENCIA GAY
Éste ha sido el primer año en el que han trascendido dos asesinatos entre parejas homosexuales. El primero fue el 26 de junio en un gimnasio de República Dominicana. Ángel Luis Jiménez, un guardia civil de 45 años, disparó contra su ex pareja, Marcos Hernández, de 28 años, en los vestuarios del gimnasio. El otro caso ha sido la última muerte violenta del año. Mario, de 40 años, apuñaló a su novio el pasado 21 de diciembre en un piso de Chueca para después suicidarse.
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