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Imanol Arias no quiere hacer carrera política

El primer intento para construir la etapa post Álex de la Iglesia en la Academia se ha frustrado. Después de la publicación ayer en LA RAZÓN de que Imanol Arias meditaba encabezar una candidatura para convertirse en el próximo presidente de la institución, el actor se puso en contacto con el director general de la Academia, Eduardo Campoy, para declinar la oferta

Imanol Arias rechaza presidir la Academia de Cine
Imanol Arias rechaza presidir la Academia de Cinelarazon

Desde la oficina de Arias, que estaba rodando fuera de Madrid, así nos lo confirmaban: «Tiene mucho trabajo y a la Academia hay que dedicarle tiempo», comentaba un portavoz. Horas después, el protagonista de «Cuéntame» lo ratificaba en La Sexta: «No es la primera vez que pasa, yo lo agradezco muchísimo, pero no he aceptado la propuesta. No es algo que esté en mis deseos, yo no quiero tener carrera política ni nada de eso».

Desde la Academia, Eduardo Campoy lamentaba la negativa del intérprete «porque era un muy buen candidato». Otras fuentes de la institución reconocían que era un nombre muy potente, pero que no estaba entre los preferidos de la Junta Directiva, que, según todos los indicios, buscará un candidato afín para que se presente a las próximas elecciones, que deben celebrarse antes del 27 de abril, fecha en la que se cumplen tres meses desde la Junta Directiva en la que se decidió convocar elecciones tras la dimisión de Álex de la Iglesia.

Por su parte, Campoy confirmó que deja la dirección general de la institución el 28 de febrero. Fue contratado de forma interina, hasta la celebración de los Goya, para cubrir la baja de Carlos Cuadros, que marchó a la dirección general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales). El proceso de selección, que se ha realizado de forma abierta y pública, marcha a buen ritmo y es posible que la semana que viene conozcamos su nombre. El puesto de director general es el máximo cargo directivo remunerado en la Academia, puesto que tanto el de presidente como el de los vicepresidentes no tiene contraprestación económica alguna.