India

Y el destape llegó a Bollywood

Sherlyn Chopera será la primera actriz india en posar para la revista «Playboy», prohibida en su país

Sherlyn
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Una no es profeta en su tierra. Y más cuando decide internacionalizar su carrera a pecho descubierto. Es lo que le ha ocurrido –o le va a ocurrir– a Sherlyn Chopra. No le bastaba con haberse colado ya en una decena de películas de Bollywood. O participar en el «Gran Hermano Vip» de su país. Tan siquiera con haber presentado la gala de los Filmfare Awards que son como los Oscar pero con sari. Una mañana se levantó y decidió escribir a Hugh Hefner para ser portada de «Playboy». El hombre, que sabe del negocio aceptó la propuesta y la convertirá en la primera conejita hindú de la historia.

La India, entre corte y corte de luz, anda revuelta por la polémica. Unos porque ven mancillado el nombre de Bollywood, la factoría que insinúa pero nunca enseña, que provoca pero no descoloca. Otros, porque no podrán comprar las imágenes de la actriz y modelo de 28 años puesto que la venta de la revista está prohibida en el país. Fue la propia Sherlyn quien colgó en Twitter unas imágenes durante un descanso en una sesión. «Estoy orgullosa de ser la primera hindú en hacerlo. La gente joven está en una carrera hacia la liberalización y es por lo que ser ‘‘no convencional'' en tus opciones no puede ser un tabú», defiende la joven que, sin embargo, tras el revuelo organizado aquí y allá retiró las fotos.

Ya hizo lo propio hace unos meses, cuando un tuitero en una versión plástica de «Qué tiempo tan feliz», rescató del baúl de los recuerdos una imagen de cuando Sherlyn se hacía llamar Mona, y por ella no había pasado la silicona. Aunque ella niega que ése sea su pasado, sí admite ser una apasionada del bisturí. «Todo empezó con unas lentillas. A partir de ahí me cansé de tener un pecho plano y me puse unos implantes. La cirugía plástica puede cambiar una vida». A ella, de momento, le ha abierto las puertas del cine, la televisión y de la mansión Playboy. Pero no las del amor. Sigue soltera –que no entera– sin pretendiente a la vista, aunque sí dispuesta a hacer un casting selectivo: «Mi hombre tiene que ser ambicioso y metrosexual, depilarse regularmente con cera, hacerse la manicura y la pedicura». En resumen, un tronista de «Mujeres, hombres y viceversa» a lo hindi.

 

Su Álter ego patrio
Pepa Flores

Cuando Marisol dejó de ser una niña y de cantar «Tómbola», se destapó hasta tal punto que su desnudo en plena Transición, en el número 16 de «Interviú» en septiembre de 1976, marcó un antes y un después. Mostrarse en cueros en la revista dejó de ser cosa de chicas de «vida alegre».