Fútbol

Sevilla

La suerte sonríe al Athletic de Bilbao (2-0)

Definitivamente, ésta no es la temporada del Sevilla. El equipo de Manzano llegaba a San Mamés en su mejor momento, dispuesto a asaltar la quinta plaza y sin renunciar a dar caza al Villarreal.

JAVI VARAS dejó en el banquillo a Palop y, pese a su buena actuación, no pudo evitar la derrota sevillista
JAVI VARAS dejó en el banquillo a Palop y, pese a su buena actuación, no pudo evitar la derrota sevillistalarazon

En Bilbao, en cambio, todo salió al revés. Un desgraciado gol en propia puerta de Fazio inclinó para el Athletic un partido que empezaba a merecer ganar y en el que se vio sin posibilidad de reacción por las lesiones de Negredo y Luis Fabiano, sus dos goleadores titulares. La suerte, esquiva para los nervionenses, sonrió a Caparrós cuando más lo necesitaba y cortó una racha de cuatro derrotas ante un rival directo al que, además, le ganó el gol average gracias a un postrero penalti de Escudé sobre Marcos que convirtió Iraola.

El partido tenía miga. La derrota del Espanyol ponía a tiro la quinta plaza a los dos. Eran algo más que tres puntos los que había en juego y, cómo no, saltaron chispas. El Sevilla no rehuyó el juego físico. Al contrario, se refugió en él para aplacar el ímpetu local inicial. Eso sí, le salió mal porque en un aparatoso choque cabeza con cabeza entre Negredo e Iraola, Manzano perdió a su delantero más en forma. Al cuarto de hora, después de jugar varios minutos en inferioridad, el jiennense no aguantó a que al vallecano le volvieran a vendar la cabeza e introdujo a Kanouté en el campo. Un cambio que no hizo variar el guión sustancialmente, aunque con el paso de los minutos el malí le aportó sentido al juego.

El miedo a perder no tardó en aparecer en San Mamés. Entre interrupciones e imprecisiones, fue el Athletic quien logró crear más peligro. Su juego directo así lo permitía y, sobre todo, los muchos centímetros de Llorente en las jugadas a balón parado. El internacional navarro fue el primero en obligar a intervenir a Javi Varas. A los cinco minutos ya estaba justificada la suplencia de Palop y pasados los veinte, en otro cabezazo de Javi Martínez, el portero macareno seguía dando la razón al técnico.

Poco a poco, en un duelo muy físico, el Sevilla se estiró. Sus ataques, no obstante, acababan en disparos lejanos sin demasiado peligro. Estaba claro que quien cometiera un error lo pagaría.

El segundo periodo arrancó con otro contratiempo físico, esta vez del Athletic. Toquero, con molestias musculares, dejó su puesto a Marcos. Y el Sevilla tomó la iniciativa. Kanouté no acertó a encontrar la portería de Iraizoz cuando por fin pisó el área. Muy activo en el centro del campo, le faltó frescura para definir en un cabezazo a pase de Navas, primero, y a un servicio claro de Martín Cáceres al punto de penalti poco después. Cuando más atacaba el Sevilla, una falta no señalada de Muniain sobre Navas y un rebote del propio Álvarez Izquierdo que llega a Koikili finalizó con un mal despeje de Fazio sobre su portería. Fue el fin para el Sevilla. La inmediata lesión de Luis Fabiano cortó toda opción de remontar, aunque Kanouté buscó con insistencia el gol e Iraizoz evitó por dos veces el empate. No lo encontró y con la salida del campo de Medel, el Sevilla bajó definitivamente los brazos.


Manzano: «No se pueden tener más desgracias, es inexplicable»
La expedición sevillista regresó de Bilbaó hundida. «No se pueden tener más desgracias», se lamentó Manzano. Había puestas muchas esperanzas en la cita en San Mamés, pero el partido sólo trajo consecuencias negativas. Al margen de la derrota, la mayor preocupación del cuerpo técnico era conocer el estado de Luis Fabiano. En un gesto técnico al controlar un balón justo después del primer gol, el brasileño se lesionó en la rodilla derecha y abandonó el campo en camilla con gestos de dolor. En las primeras exploraciones, los médicos del club creen que el goleador tiene dañado los ligamentos. «No será una lesión de corta duración», se aventuraba a decir Manzano. Esta semana el Sevilla había llegado a un acuerdo con la empresa RIO para adquirir por 7 millones el 65% del pase del jugador. Negredo, además, recibió 9 puntos de sutura por su choque con Iraola en el arranque del partido. Manzano, por último, se lamentaba de la acción del 1-0 que marcó el partido: «En una jugada no se pueden dar más acciones adversas, es inexplicable lo que nos está pasando».