Borrón y cuenta nueva

Qué empeño por hacer desaparecer de un plumazo todos esos años de plomo, dolor y sangre derramada por calles españolas. Se están dando los pasos que temíamos quienes creemos que la memoria, la dignidad y la justicia son innegociables. La banda criminal sigue presente y osa decir que las asociaciones de víctimas del terrorismo «se han convertido en sujeto de la derecha reaccionaria». ¿Acaso la izquierda no lucha por esos mismos valores? Incluso desde el entorno abertzale amenazan diciendo que «la reconciliación va a llevar tiempo». Tiene «narices» que sean los cómplices de los hostigadores, totalitarios y violentos, quienes pongan fecha a la reconciliación. Aseguran además, que «ya no cabe hablar» de 800 víctimas (de los heridos, mutilados, lesionados, víctimas indirectas… ni se acuerdan), porque, según ellos, hay otras «de muy diferentes causas» que precisan «reconocimiento y reparación». Quieren que no haya vencedores y vencidos, y hasta justificar a los ya «pobres terroristas».
Pero, como siempre, quedémonos con lo bueno, y es que hoy es el Día Mundial de la discapacidad. Hace unos años, la ONU decidió que el 3 de diciembre sería el día en que todos los países del mundo tuvieran un día para reflexionar acerca de si tenemos todos las mismas oportunidades y para brindarnos la ocasión de sentirnos plenamente integrados. Pues que este día en que la sociedad se solidariza con la discapacidad, no lo enturbie nadie.