Málaga

Estella del Carmen

La Razón
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Una amiga malagueña me comentaba las incongruencias a las que estaban llegando los «progres» españoles, con Zapatero a la cabeza. «Han tomado decisiones de una injusticia social que jamás hubiera barajado la derecha». -«Esta nunca se hubiera atrevido a congelar las pensiones o a no vincular el aumento salarial a la subida del IPC y encima, con la connivencia de los sindicatos». Pues claro –dije yo–, por eso han osado llegar tan lejos, porque han contado con la cooperación necesaria de las dos centrales sindicales; las mismas que hubieran prendido fuego al país con una rebelión similar a la que estos días vemos por el mundo árabe, si quien habitara en La Moncloa fuera un presidente de centro-derecha». Antes de que me quitara la palabra colé que, con tres años de retraso, el Gobierno del PSOE sólo ve alguna oportunidad en la puerta más a la derecha de las dos que atisbaba el otro día Rubalcaba. Ella me narró los desfalcos de la Junta a las arcas andaluzas y añadió: «Si es que hasta los de la ceja han girado en esa dirección». Como es malagueña, me puso el ejemplo de Antonio Banderas en contraposición a Bardem. «Antonio se trajo a su mujer, estadounidense a dar a luz a Málaga, y no sólo eso, sino que parió a Estella del Carmen –que así se llama la niña– en el Hospital de la Costa del Sol, de la Seguridad Social». «¿Y no se van la Penélope y el Bardem, "progres"entre los "progres", a tierra de "yankees"a parir, en un hospital carísimo, para que el niño tenga la nacionalidad más odiosa del mundo en la mentalidad de un progre?».