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La telenovela de Hugo Chávez

Se estrena en Venezuela su culebrón bolivariano «Teresa en tres estaciones»

Una imagen promocional de la telenovela
Una imagen promocional de la telenovelalarazon

El afán propagandista de el dictador ha llegado a la ficción. A Chávez le rondaba por la cabeza desde hace mucho tiempo la idea de desterrar de la programación de las cadenas de su país las telenovelas de marcado «espíritu capitalista», como en su día fueron «Cristal», «Abigail» y Topacio». «Les voy a pedir que hagamos telenovelas socialistas, distintas, como las que se definen en Cuba, con contenido social», pidió hace dos años. Dicho y hecho. Venezuela, que es una de las principales potencias de producciones de este género, no podía desperdiciar su empuje con culebrones teñidos de rosa chicle y sobrados de merengue. O sí, pero con un transfondo donde se filtrase la esencia de su «revolución» y los supuestos logros que ha conseguido hasta el momento.

No tuvo que buscar mucho para encontrar la primera prima de «Teresa en tres estaciones», la primera telenovela «made in Chávez». Ahí estaba una de las realidades de las que se sentía más orgulloso: el único sistema ferroviario del país que inauguró en 2006. «Chávez comentó la épica de estrenar un ferrocarril. ‘‘Hagamos una telenovela sobre esto'', le dijo a su vicepresidente, y rápidamente le encargó el proyecto a la productora Delfina Catalá, que siguió fielmente las directrices del sátrapa y que ha vendido la producción como una que «defiende los valores socialistas como son la solidaridad y privilegiar el bien común».

Las protagonistas de «Teresa en tres estaciones» son tres mujeres con el mismo nombre, independientes y luchadoras, que siguen el credo bolivariano y, respetando los códigos del formato, tienen una ideología muy marcada, según se puede ver en los extractos de los primeros capítulos. Además de compromiso con la patria chavista, les une que su vida gira en torno al ferrocarril Valles del Tuy, que conecta la capital, Caracas, con las ciudades dormitorio, y por el que Chávez se puso una medalla.

No se han escatimado gastos para esta telenovela, un género que por norma es muy rentable para las televisiones, ya que sus costes no son muy elevados, aunque en esta ocasión sí que el dinero llegó generosamente. Un equipo de más de cien personas se puso a trabajar inmediatamente en el proyecto, que contó con un presupuesto de 17 millones de bolívares, unos cuatro millones de dólares. La serie consta de 40 capítulos de 24 minutos, según informa Efe, que se emiten de lunes a sábado, aunque si «Teresa en tres estaciones» es un éxito, puede haber más de una temporada.

Lo que quedaba era vender la telenovela y que se promocionase bien para que los venezolanos la siguiesen en masa. Y ahí Chávez también dio consignas para que fuese por todo lo alto. Se decidió que se emitiese en la Televisión Venezolana Social (TVES), que actualmente ocupa la frecuencia de Radio Caracas Televisión, canal que dio fama mundial a las telenovelas y al que el Gobierno no renovó su frecuenta en 2007, evidentemente por razones políticas, ya que acusó a sus directivos de «golpistas». El estreno se preparó como si de una superproducción de Hollywood se tratase. En la Plaza Bolívar de Caracas se instalaron pantallas gigantes y los protagonistas vistieron sus mejores galas para ofrecer entrevistas a los medios oficialistas. Distintos canales del Estado emitieron el primer capítulo.

Con esta iniciativa, Chávez ha querido seguir los pasos de la dictadura castrista, que financia a través del Estado numerosas telenovelas para ensalzar al régimen. Por supuesto Cuba será uno de los primeros países en los que se verá la serie, ya que Evo Morales ya ha establecido un acuerdo para emitirla en Bolivia.

 

Doce años de «Aló presidente»
En 2000, un año y tres meses después de ser investido, Hugo Chávez se estrenó como «estrella televisiva» con «Aló presidente». La intención primera era equilibrar el panorama audiovisual, ya que Chávez consideraba que su programa ejercía de contrapeso ante la fuerza de las cadenas que estaban a favor de la oposición, que ya han sido cercenadas. El programa no tiene un tiempo exacto de duración.