Cataluña

Entre treguas y trampas

Desde que en enero de 2000 ETA rompiera uno de sus muchos altos el fuego, no ha parado de engañar 

Entre treguas y trampas
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El 21 de enero de 2000 la banda terrorista ETA ponía fin a una de las muchas treguas que ha ido declarando con el asesinato del teniente Pedro Antonio Blanco. A partir de ahí, comienza una década en la que los pistoleros siguieron tratando de engañar a la sociedad con falsos altos el fuego que únicamente han servido para reorganizarse y rearmarse ante los continuos descabezamientos que han sufrido de manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La siguiente «trampa» no llegó hasta 2004, apenas a un mes de las generales. La banda anunciaba una tregua, aunque en esta ocasión sólo en Cataluña. Un año después, en junio de 2005, anunciaba otro cese de acciones armadas aclarando que excluía de él a los miembros del Gobierno.

Pero quizás fue el anuncio de 2006 uno de los más destacados de todos. Entró en vigor el 24 de marzo, pero apenas pasaron nueve meses y los pistoleros asesinaban a dos ciudadanos ecuatorianos en la T-4 del aeropuerto de Barajas. Eso sí, ETA no dio por terminado dicho alto el fuego hasta junio de 2007. Rubalcaba ya avisó tras el atentado: el proceso de paz con ETA está «roto, acabado y liquidado». Desde entonces, la credibilidad de la banda –en este aspecto de las treguas– ha sido nula y no ha convencido a nadie cada vez que aseguraba que cesaba en el uso de la violencia.

Hasta este mismo año no se volvió a escuchar la promesa de los terroristas de llevar a cabo una tregua. Fue el pasado mes de septiembre cuando, a través de un comunicado, la banda anunciaba que dejaba «las acciones ofensivas» con las mismas intenciones de siempre: activar «un proceso democrático». Sin embargo, no especificó si se trataba de una tregua temporal o, como le exige toda la sociedad, «permanente y verificable», algo que podría añadir si se hace finalmente público el tan esperado nuevo comunicado de ETA.

Pero, con la experiencia de otras ocasiones, la mejor posición, como dijo Rubalcaba, es ser cautos.