Todos contra Sarkozy

Los progres son insistentes en sus errores. Es una de sus características. Francia ha mostrado siempre una gran generosidad con la inmigración. El propio Sarkozy es hijo de un pintoresco conde húngaro. Durante siglos, han acogido desde exiliados políticos a antiguos habitantes de sus colonias pasando por mano de obra que luego se ha nacionalizado. Algunos son más franceses que los que consideran que sus antepasados se remontan a la Galia romana. Sarkozy ha sido contundente ante un problema de orden público y delincuencia, pero le han criticado porque es un líder de derechas, casado con una mujer espléndida, aunque polémica, y ha triunfado en todo lo que se ha propuesto. Me encanta su respuesta a la comisaria Reding: si tanto le molesta la expulsión de los gitanos que los acoja en su país, Luxemburgo. A los progres de salón hay que sacarles los colores. Y Reding se tuvo que disculpar por comparar la legítima repatriación de los gitanos con las deportaciones de los nazis.