Lucha contra el desempleo

Fin de temporada por Lorenzo Rivarés

La Razón
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Cinco años después del inicio de la crisis seguimos inmersos un una situación que, lejos de mejorar, sigue haciendo mella en nuestro ya maltrecho mercado laboral. Nuestras previsiones apuntaban a una caída del paro del orden de los 30 mil efectivos, junto con un incremento en el empleo (afiliación) de la misma magnitud. Sin embargo, el resultado sorprende por lo negativo: tan sólo 4.896 afiliados más y 27.814 parados menos.

La lectura más negativa procede de la afiliación. Los modelos de previsión anticipaban una desaceleración significativa del aumento de afiliados en estos meses estacionalmente buenos, pero no de tal magnitud. Sólo 4.896 afiliados nuevos en un mes de julio que el año pasado nos dejó un aumento de 50.000 y en 2010 de 62.500. De hecho, es el peor mes de julio de la década. Incluso en 2008 y 2009 los aumentos de afiliación fueron sustancialmente superiores. La pérdida de afiliados en educación y construcción es propia del mes, pero la magnitud de la corrección (-70.000 y -15.000 afiliados, respectivamente) pone de manifiesto que los efectos recesivos están pesando de forma significativa.

No se puede decir que 2012 se haya erigido como nuevo peor año de la crisis (dudoso honor que mantiene el año 2009), pero no hay que olvidar que llevamos cinco años de recesión laboral, y la situación de los desempleados se hace cada día más dolorosa. La situación, por tanto, es de extrema delicadeza. Nuestro mercado laboral es un paciente sobre el que ya no valen tratamientos paliativos. Hay que seguir apostando por las reformas en el mercado laboral. La reforma aprobada en febrero sentará las bases de un mercado laboral eficiente cuando las cosas vayan mejor. Ahora es el momento de acelerar esa mejora, apostando por la rápida inserción en el empleo de los más de 4,5 millones de parados registrados, luchando contra la economía sumergida y aportando la flexibilidad externa que necesitan las empresas en momentos de enorme volatilidad.

 

Lorenzo Rivarés
Portavoz de AGETT