Alta tensión en Maranello

Madrid- El quinto puesto de Fernando Alonso en la primera carrera del Mundial no ha podido enmascarar la cruda realidad de Ferrari. El coche de esta temporada tiene importantes carencias y eso ha provocado un cataclismo en la sede de la «Scuderia». Los datos obtenidos durante el fin de semana son tan malos que provocaron que el máximo responsable del equipo, Stéfano Domenicalli, y el creador del monoplaza, Pat Fry, regresaran de inmediato a Italia para intentar acelerar las mejoras a introducir en las próximas carreras. Para Malasia, para el circuito de Sepang, el próximo domingo, no habrá modificaciones por falta de tiempo. Allí está ya Fernando Alonso para aclimatarse cuanto antes.
En Ferrari se pueden estar planteando cambiar la parte delantera del coche para copiar el «W-Duct» incorporado por Mercedes. Se trata de un simple, pero ingenioso sistema que funciona a través de una pequeña entrada de aire situada en el morro. En función del giro de la curva, una auto válvula canaliza el aire, a través de pequeños conductos, por dentro del alerón delantero para pegar más el coche al suelo y pasar más rápido por las curvas. Cuando la válvula recibe aire de forma completamente frontal, cuando el coche afronta alguna recta y necesita la mayor velocidad posible y, por tanto, menor resistencia al viento, el sistema reconduce este flujo al vacío para que no interfiera con ninguna parte de la carrocería y moleste lo menos posible. Este sistema no lo incorpora Ferrari y por eso Alonso se quejó, entre otros aspectos, de la falta de velocidad punta en su monoplaza respecto a los rivales. Supuestamente consiguen mayor apoyo aerodinámico en las curvas y todo lo contrario en las rectas, donde se necesita pura velocidad.
El dispositivo ofrece algunas décimas extra y lo han creado, entre otros, dos ex de Ferrari: Ross Brawn y Aldo Costa. Se trata de un elemento que funciona de forma independiente al piloto, lo contrario a lo que ocurría en el ya prohibido «F-Duct» de McLaren.