Barcelona

Rajoy rescata el contrato de inmigración para las generales

Apuesta por «el orden y el control» y vuelve a dar prioridad a crear empleo

Rajoy ve ridícula la política energética del Gobierno
Rajoy ve ridícula la política energética del Gobiernolarazon

BARCELONA- Ver un enjambre de cámaras y periodistas rodeando a un personaje popular como Mariano Rajoy en un mercadillo como el de Castelldefels (Barcelona) no pasa cada día. Por eso, ayer, se desató la locura en la rambla Blas Infante, donde payos y gitanos plantan sus puestos cada miércoles a la ocho de la mañana. Rajoy, acompañado de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y del candidato del PP a la alcaldía de Castelldefels, Manuel Reyes, palpó en primera personas los estragos de la crisis. El día en que el Ministerio de Economía anunció que el paro se eleva a 4,29 millones de personas, el mensaje que más veces oyó en boca de los ciudadanos fue el de queremos trabajo.

Se lo pidieron con el grito de «presidente, más trabajo», con el comentario de «¡Ojalá gane las próximas elecciones, porque cualquier cosa es mejor de lo que tenemos ahora!», o con la versión sesgada de «más trabajo para los españoles y menos para los inmigrantes». Precisamente, con la idea de evitar conflictos de convivencia, Rajoy confirmó que volverá a plantear un contrato de integración para inmigrantes en las próximas elecciones generales. Se trata de la misma iniciativa que ya presentó en 2008 y que contemplaba que los inmigrantes que quieran renovar sus permisos de residencia firmen un contrato de integración.

Es una propuesta que también defendió Sánchez-Camacho en las autonómicas y de la que hacen bandera los candidatos a las alcaldías de Badalona y Barcelona, donde se exige a los inmigrantes que cumplan las leyes, respeten las costumbres de los españoles, aprendan la lengua, paguen sus impuestos, trabajen activamente para integrarse y regresen a su país si no encuentran empleo.


Necesidad de inversión
Como gallego, Rajoy defendió «el derecho de todo el mundo a ganarse la vida lejos de casa», pero alegó que se haga con «orden» y «control».

Al margen de poner orden a la inmigración, insistió en que su prioridad será crear trabajo, aunque para que haya empleo se necesita inversión y para ello abogó por ayudar a las pymes y autónomos. Mientras compite en la carrera hacia La Moncloa, Rajoy puso su granito de arena para reactivar la economía: compró unos churros para recuperarse tras su periplo por el mercadillo de Castelldefels y unos detalles para sus hijos. Por cuatro euros se llevó una bolsa para llevar la merienda de Rayo McQueen y la última taza de Bob Esponja; Sánchez-Camacho también quería una, pero se quedó con una de Spiderman.


Iguales derechos y obligaciones
- Según la propuesta del PP de 2008 que ahora quiere recuperar Mariano Rajoy, los inmigrantes tendrán los mismos derechos que los españoles, pero deberán cumplir las leyes, aprender la lengua y respetar las costumbres.
- Los delincuentes extranjeros que cometan delitos menores serán expulsados incluso si cuentan con permiso de residencia en España.
- Si transcurrido un tiempo, el inmigrante no logra integrarse en el mercado laboral, agencias privadas de repatriación se encargarán del retorno a sus países.
- También incluía un visado por puntos para favorecer la llegada de los más aptos para el mercado laboral.