Cataluña

OPINIÓN: Un compañero generoso

La Razón
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Santi fue un maestro y Can Fabes un ejemplo a seguir. Cuidaba hasta el mínimo detalle del restaurante, desde la materia prima a la vajilla. Era un lujo entrar y verle trabajar la caza y la trufa.

Además, no puedo olvidar su generosidad: compartía todos sus conocimientos, y los libros que publicó eran una belleza. Fue el primero en ganar una estrella Michelin en Cataluña, lo que demuestra que fue uno de los pilares de nuestra gastronomía. Aprendí con él el secreto de lo que es un gran restaurante y por eso debemos mantenerle en nuestra memoria como un imprescindible de los fogones. Puede que, sin Santamaría, la cocina española hubiese llegado a la cumbre de la culinaria, pero, sin duda, estaría coja. Ahora disfrutamos de una cocina creativa y de investigación, pero también de una tradicional, con mucho sabor y raíz, que nos hace comprender que los cimientos son muy importantes.

Menos mal que ha dejado una buena escuela. Y, por fortuna, el legado continúa, y su espíritu, también, gracias a su mujer, Àngels, y a sus hijos, que tirarán del barco.