Albacete
Nuevos delincuentes por Francisco Pérez Abellán
La crisis saca a la luz nuevas formas delictivas y con ellas figuras delicuenciales insólitas. Si los modos de actuar del «violador de Pirámides» cambiaron todo lo hasta entonces conocido: un individuo que secuestraba jóvenes a horas fijas para abusar de ellas, comportándose en todo momento como un trabajador normal, en su caso instalador de gas. En la actualidad aparece un empresario acusado de violación, dos secuestros y varios robos. Su categoría de empresario, le singulariza. Se trata de un cerrajero que aprovechaba sus desplazamientos desde un pueblo de Albacete a Madrid para, en distintos puntos del recorrido, o en la propia capital, aprovechar para cometer sus delitos. En su vida privada estaba casado y llevaba una existencia normal.
Según la Policía, en 2010, ya avanzada la crisis económica, emprendió una doble vida eligiendo viviendas que conocía por su actividad empresarial. Lo que empezó como robo selectivo, se transformó en delito contra las personas y en crimen sexual. Presuntamente, en el mes de octubre, asaltó a una mujer joven que estaba aparcando su vehículo en el distrito madrileño de Chamartín. Era de noche, y el empresario atracador utilizó una escopeta de cañones recortados o retaco. Amenazando con ella logró que la víctima se introdujera en el maletero donde la mantuvo secuestrada hasta el mediodía siguiente. Durante todo ese tiempo, intentó sacar dinero de cajeros automáticos, tras conseguir el número secreto de la mujer por medio de amenazas. Logró varios reintegros y, antes de dejarla en libertad, se aprovechó sexualmente de ella.
En pocos días intentó de nuevo robar sexo y dinero, esta vez en el aeropuerto de Madrid, sorprendiendo a otra joven mujer, esta vez disfrazado con un pasamontañas y guantes, que le aseguraban no dejar huellas.
Pero todo le empezó a ir mal, y sin que pudiera evitarlo, acabó por delatarse. Agentes de la Comisaría de Torrejón de Ardoz organizaron una captura-trampa. El empresario violador consiguió, no obstante, sacar algún dinero de cajeros automáticos, pero la chica fue liberada antes de que pudiera seguir con sus torturas. El sospechoso logró escapar en el último momento, pero por el camino dejó diversos objetos, entre los que la Policía recuperó la escopeta recortada, un revólver de fogueo y un enorme machete.
Fue finalmente detenido en diciembre. Es presunto responsable de detención ilegal, robo con violencia, violación, tenencia ilícita de armas y robo de vehículo.
En el más difícil todavía de la crisis, hace días ha tenido lugar un juicio en la Audiencia Provincial de Madrid en el que el acusado, abogado, se representó a sí mismo en un caso de doble secuestro de empresarios en el que está imputado, ocurrido en 2008. Hay un dicho en la abogacía que afirma que el abogado que se representa a sí mismo tiene a un tonto por cliente.
Según el fiscal, trazó una coartada para la que se puso de acuerdo con el resto de los procesados, después de una disputa con José, uno de los comerciales secuestrados, preparando un plan destinado a vendarles los ojos y taparles la boca, conduciéndoles a habitaciones distintas. Asunto que ahora se dilucida ante el tribunal como en juicios famosos del pasado, cuando Ted Bundy fue el peor cliente de sí mismo.
El desfile de monstruos criminales no ha hecho nada más que empezar.
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