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«Luki y Claudia se pasan el día como el perro y el gato»
«Cuando tienen hambre o ganas de salir a la calle ¡son auténticos actores!, muy naturales y expresivos», asegura el protagonista de la serie televisiva «Bandolera», otrora policía en «El Comisario»
¿Quién dijo que los perros y los gatos se llevan mal? Que se lo pregunten a Marcial Álvarez. El actor está en una gran momento profesional, su trabajo le hace pasar muchas horas fuera de casa, donde le esperan su gata Claudia y su perro Luki.
-¿Cómo le va en «Bandolera»?
-Fenomenal, es muy gratificante, y la serie tiene muy buena audiencia. Además, me gustan mucho los cambios. En «El Comisario» hice 12 temporadas de policía y en «Bandolera» me he pasado al otro lado de la ley.
-Supongo que una serie diaria requiere mucho sacrificio. ¿Tiene tiempo de descansar en su casa?
-Se dice que en esta profesión «o te mueres de hambre o te mueres de sueño». En mi caso, afortunadamente, es lo segundo; madrugar, llegar a casa y estudiar para el día siguiente; además, suelo combinar televisión y teatro. Pero siempre hay tiempo para una siestecilla.
-¿Cómo le reciben sus mascotas cuando llega a casa?
-Claudia siempre rodeándome y ronroneándome, y Luki, dando brincos y ladridos. Hasta que no los cojo y los acaricio no se calman.
-¿Por qué tiene un perro y un gato?
-A Claudia me la regalaron ya con seis años, y Luki se lo dieron a mi hijo de cachorro.
-Si tuviera que elegir, ¿con cuál se quedaría?
-Nunca elegiría. Claudia es la reina de la casa, y Luki es el rey.
-¿Y tienen dotes interpretativas?
-Claro, si tienen hambre o ganas de salir a la calle ¡son auténticos actores!, naturales y expresivos.
-¿Usted ensaya en casa? ¿Qué hacen ellos cuando está ensayando?
-Sí. Claudia te mira paciente y felinamente, y a veces se asusta, pero no aguanta los focos ni los flashes, y Luki cree que quieres jugar con él y te persigue o te ladra, así que apuesto por Luki.
-¿Se llevan bien entre ellos o son como el perro y el gato?
-Como el perro y el gato, como corresponde. Luki, que es un jovenzuelo de dos años, quiere jugar con Claudia, y ella, gata y mayor, con 13 años, bufa, lanza algún zarpazo y se retira. Otras veces es ella la que viene a olerle. Pero siempre de buen rollito.
-¿Quién manda, el perro o el gato?
-Cada uno en su terreno, y con su forma de ser, no hay jerarquías. Nadie manda, al contrario, muchas veces comparten cama y comida, incluso conmigo. ¡Viva la comunidad animal!
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