Muñoz: «No tenía una peseta»

La tensión en la vista del juicio contra el ex alcalde de Marbella era máxima. Ni el juez ni la fiscal dieron su brazo a torcer: no habría aplazamiento posible, o declaraba, o perdería su oportunidad. Y así lo hizo, bajo el hilo la premisa: «Con los bancos siempre he estado en números rojos». Éste fue el hilo conductor de la declaración que realizó ayer Julián Muñoz ante la Fiscalía Anticorrupción. Altivo y un tanto desafiante, se mostró durante su extensa declaración, de casi tres horas, en la que negó haber financiado la adquisición de la vivienda de la urbanización «La Pera» que compartió durante varios años con Isabel Pantoja.
A este respecto, y tras afirmar que nunca tuvo conocimiento de la situación financiera de las empresas de su ex pareja sentimental, manifestó que fue ésta quien «gestionó» la adquisición del inmueble, para lo que le fue concedido el cien por cien de la hipoteca: «Jamás pagué una peseta de la casa, nunca, no tenía», ha apuntado, añadiendo que tampoco intervino en la compra de un apartamento en Guadalpín por parte de Pantoja. Asimimso, quiso subrayar que «no vivía de la señora Pantoja, sino que me ganaba mi dinero con mi trabajo en la sociedad Pantomar», propiedad de la tonadillera, aunque sí reconoció que «me daba dinero para efectuar pagos o incluso para tomar algún café». Asimismo, también dio cuenta de las ganancias que percibió durante el tiempo en el que trabajó como concejal, teniente de alcalde y alcalde del Ayuntamiento de Marbella entre los años 1991 y 2003: «Tuve grandes sueldos, a los que sumaba las gratificaciones de Jesús Gil». Aseguró que se les pagaba «todos los meses firmando un recibí de 300.000 pesetas» por parte de una empresa municipal. Y es que, según cuenta, «el entonces alcalde nos entregaba con frecuencia a los concejales sobres con un millón de pesetas» que se añadían a su sueldo como edil, y a las dietas que percibía de la Diputación Provincial de Málaga, de la que fue representante durante una época. «Yo no gastaba más de lo que ingresaba», afirmó, y añadió: «En mi defensa intento aportar todos los recibos del dinero recibido». Su objetivo es contrarrestar el informe de la UDYCO que habla de un «desfase patrimonial» que desmiente el ex regidor.

Además, Muñoz hizo hincapié en reiteradas ocasiones en su capacidad de ahorro: «Apenas gastaba dinero, ya que me invitaban en los restaurantes y me pagaban la gasolina... no sé si llamarlo prevaricación». También justificó el hecho de que sus cuentas estuvieran en «números rojos. Nunca me gustó trabajar con los bancos ni tuve buena experiencia con ellos, por lo que prefería tener el dinero en mi propia casa», declaró.

Rifirrafe con la fiscal
Pero si algo quiso dejar claro es que sus condenas «no tienen que ver con que me haya quedado dinero», y argumentó que ha estado «tres años en la cárcel por delitos contra la ordenación del territorio y por el caso Minutas, como cooperador necesario de un delito de malversación, aunque en la sentencia ha quedado claro que no me he quedado dinero».
En este punto mantuvo un rifirrafe con la fiscal, a la que espetó: «Usted pretende dar una imagen de mí que soy poco menos que Alí Babá», después de que la acusación pública pusiera de manifiesto extractos bancarios por elevados importes, como los 52.000 euros vinculados a una conocida joyería de la localidad marbellí.

El juicio se reanudará el jueves 11 de octubre con el interrogatorio del resto de acusaciones y defensas, a quien seguirá en el turno de declaración su ex mujer, Mayte Zaldívar, mientras que la última de los diez acusados en prestar testimonio será Isabel Pantoja.
Apoyada por su hijo
La tonadillera volvió a sentarse un día más en el banquillo, pero no lo hizo sola. Su hijo, desde Sevilla, le envió mensajes de apoyo durante toda la jornada. Kiko Rivera defiende a capa y espada a su madre en las redes sociales. Así, ayer a través de Twitter publicó un sentido comentario acompañado por una imagen de su nacimiento: «Hoy los dos estamos contigo, mamá».