El Himno por José María Fuster-Fabra

Siempre he envidiado a los hinchas franceses cuando entonan las vibrantes estrofas de «La Marsellesa», o a los ingleses con el «Dios salve a la Reina». Me da que Villa, Iniesta o Casillas empiezan en desventaja porque los nuestros se han de conformar con un «na, na, na, na» o un «tachín, tachín, tachín».
Ahora va y resulta que ni más ni menos que el maestro Sabina había compuesto una letra que además y como no podía ser de otra manera, es sencillamente vibrante, poética y acertada.
Habrá quien tenga algún prejuicio precisamente por ser de Sabina, porque ya es sabido que en este país hay mucho tuerto que todo lo que no viene de su ojo sea el derecho o el izquierdo lo desprecia. Unos olvidaron a Pla, a Dalí o a Eugeni D'Ors sencillamente porque eran catalanes que se sentían españoles, pero otros silencian a Foxá o al mismísimo Cela, mientras hay quien es incapaz de reconocer la genialidad de Sabina por mucho que en su momento apoyase a Zapatero.
Así el maestro ha cedido la letra para nuestro Himno a Ciutadans, dándole por todo el morro a los ambiguos y a los que están a todo trance tratar de independizarnos de algo tan nuestro como es España.
Toma bofetada para los «neoprogresindependentistas» que llamaban facha a Rivera. Himno con letra de Sabina y presentado, entre otros, por Boadella.
Si algo tiene de bueno lo que está pasando es que se acabaron las caretas. Tiempo habrá para discutir entre izquierda y derecha, tiempo en solucionar los problemas reales por encima de las ideologías y comprometerse en decirles a ellos que nosotros los catalanes que nos sentimos españoles también vamos a dar la cara y otros españoles con nosotros.