Real Madrid

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Del siniestro total a la salade trofeos

A Sergio Ramos se le escapó el trofeo, que cayó cinco metros y fue atropellado

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Madrid- Y en plena euforia, Sergio Ramos, en el autobús descapotable del Real Madrid que se dirigía a La Cibeles, cogió la Copa para mostrársela a los aficionados. 77 centímetros de altura, 20 kilos de plata y oro de ley y un valor simbólico extraordinario porque suponía haber derrotado al Barcelona en la final estaban encima del defensa sevillano, que empezó a sujetarla con apenas unos dedos. Era una fiesta, unas risas, un empujón sin querer por aquí, y en un momento, la Copa desapareció de las manos de Ramos. Se despeñó. Cinco metros de caída libre tras tocar en la parte superior del autobús. El conductor no la vio y siguió la lenta marcha. El trofeo chocó contra el suelo y después fue atropellada por la rueda delantera derecha del vehículo. Quedó en un estado lamentable: abolladuras, la peana completamente rota... «Está muy deteriorada, en coma, en la UVI», reconoció Federico Alegre, el joyero encargado de fabricar el trofeo, madridista confeso además. Sus peores temores se hicieron realidad. Alegre ha construido este año una Copa nueva porque la última se la quedó en propiedad el último campeón, el Sevilla, como medida excepcional de la Federación Española de Fútbol por haber ganado España el Mundial de Suráfrica. El reglamento sólo establece que los equipos se quedan el trofeo si lo ganan tres veces seguidas o cinco alternas, pero era el primer Mundial de «La Roja»... El joyero advirtió de que la Copa no está hecha para el ajetreo al que la somete el equipo campeón. Incluso sufre un poco por ella. Menos preparada aún está para una caída así. «Confío en recuperarla», continuó Alegre, porque el año que viene debería estar disponible para ser recibida por el nuevo campeón. De todas formas, la sala de trofeos del Santiago Bernabéu no se quedó «huérfana» de éste. Dieciocho años de espera son demasiados. Sólo cuatro horas duró en las manos de los vencedores. Alegre escuchó el incidente por la radio, volviendo en coche desde Valencia a la capital de España, y pasó de pensar que era una broma a asumir la realidad. «Pero siempre tenemos un plan B», explica. Nunca había sucedido nada parecido, por eso era un medio secreto, pero un accidente o un robo es una posibilidad, por eso hacen una réplica exacta. El joyero llegó al Bernabéu sobre las 5:30, minutos antes de que los jugadores volvieran de La Cibeles, y dejó la réplica para que los aficionados puedan disfrutarla durante un año, si es que no llega a repararse el trofeo original.

Sergio Ramos comentó el incidente en su Twitter por la mañana. «Buenos días a todos amig@s...!!! Lo de la copa fue un malentendido, no se cayó... saltó ella cuando llegó a Cibeles y vio tantos madridistas», escribió el defensa. El fabricante del trofeo se lo tomó con humor, como una anécdota que recordarán siempre. Lo mismo pasó en la red social que utiliza el jugador. En Twitter fue una de las noticias más comentadas del día, haciendo chistes o dando una versión alternativa a la de Sergio Ramos: «La Copa del Rey se quiso suicidar cuando vio que el autobús no era el del Barça».