Suecia

Reinfeldt insiste en aislar a la extrema derecha

Fredrik Reinfeldt afirma que formará Gobierno antes del 5 de octubre, al inicio de la nueva sesión del Parlamento.

Reinfeldt insiste en aislar a la extrema derecha
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A dos escaños de la mayoría absoluta. Así quedó la Alianza conservadora del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, tras las elecciones celebradas el domingo. La entrada en el Parlamento, por primera vez en veinte años, de un partido ultraderechista amargó la fiesta a la derecha, que logró su primera reelección.

Suecia, que se había mantenido al margen de la ola populista que barre Europa, se suma a otros países nórdicos donde la extrema derecha crece en apoyo electoral. En Noruega, el Partido del Progreso es la segunda fuerza del Parlamento, y en Dinamarca el Partido del Pueblo Danés sustenta desde 2001 al Gobierno de centro derecha, que ha endurecido notablemente la política de inmigración.

Desde la sede de su formación, el Partido Moderado, Reinfeldt quiso dejar claro ayer que no tiene la intención de que su Gobierno sea rehén de los xenófobos Demócratas de Suecia (SD), que lograron el 5,7% de los votos. «Existe una responsabilidad mutua para aislar al SD. Debemos respetarlos porque tienen apoyo electoral, pero no necesitamos colaborar con ellos. No vamos a revisar las cuestiones para adaptarlas a ellos. Habrá más inseguridad en el Parlamento, pero no pensamos cambiar nuestra política», aseguró el líder conservador, que lidera desde 2006 una coalición con liberales, centristas y cristianodemócratas.

Para evitar depender del SD, Reinfeldt tendió la mano al Partido del Medio Ambiente, la tercera fuerza del Parlamento (Riksdag), con un 7,2% de los votos, y pidió tiempo para conducir los contactos políticos hasta el 5 de octubre, fecha de reapertura de la Cámara. «Debemos usar el tiempo hasta entonces para reflexionar y analizar el resultado electoral y conducir un diálogo, no a través de los medios, sino entre todos», explicó. Los analistas especulan con que el Ministerio de Medio Ambiente o la subida de la gasolina serán el precio que la Alianza tendrá que pagar para obtener el apoyo ecologista.

La invitación de Reinfeldt fue recibida con poco entusiasmo por Los Verdes. Su portavoz, Maria Wetterstrand, aseguró que «no vamos a apoyarles. No hemos recibido el mandato de nuestros votantes para iniciar negociaciones con la Alianza sobre la formación de Gobierno o sobre colaboración». «¿Me nombraría yo ministra de Medio Ambiente para construir diez nuevas centrales nucleares? No, gracias», se preguntó irónica. Para dificultar aún más una hipotética negociación, los ecologistas reclaman que los socialdemócratas, como partido más votado, se sienten en la mesa.

Precisamente, los socialdemócratas fueron los grandes derrotados. Su 30,9% de votos (4,2 puntos menos que en 2006) es el peor resultado obtenido por el partido desde 1914 y dibuja, según la Prensa, una «nueva era». «Reinfeldt ha demostrado que la derecha puede gobernar Suecia sin acabar con el Estado del bienestar», resume el diario «Dagens Nyheter».