Elecciones en Pakistán

Presión islámica contra Asia Bibi

El nuevo gobernador de Punjab, Latif Khosa, lo ha dejado muy claro: «No habrá cambios en la Ley sobre la blasfemia». Las declaraciones de Khosa se producen en un momento en el que los islamistas han tomado el control de la situación tras el asesinato de su antecesor, Salman Taseer, a principios de enero, defensor de la liberación de Asia Bibi y de la supresión de esta norma contra las minorías religiosas.

Integristas en la demostración de fuerza de ayer, en Lahore
Integristas en la demostración de fuerza de ayer, en Lahorelarazon

Sus advertencias al Gobierno sobre que «no tolerarán ninguna reforma» en dicha ley se hicieron visibles ayer en las calles de Lahore. Más de 50.000 partidarios de los principales grupos islámicos se concentraron al mediodía en la céntrica avenida Mall, para protestar por las «injerencias» extranjeras al intentar promover una corriente anti islamista en el Ejecutivo paquistaní.

Los manifestantes portaron pancartas a favor de la Ley Antiblasfemia y lanzaron mensajes de advertencia contra Occidente por intentar desestabilizar Pakistán «con propaganda negativa hacia el islam».

El movimiento Namoos-e-Resalat, de tendencia radical, amenazó con «una respuesta agresiva» si el Gobierno continúa sin atender las demandas de las fuerzas religiosas islámicas, al tiempo que anunció nuevas manifestaciones en Peshawar el próximo 20 de febrero. «Nuestra nación es musulmana y la ley sobre la blasfemia se creó para defender los derechos del islam», arengó el líder de Jamaat-e-Islami, Syed Munawar Hassan, ante una muchedumbre exaltada.

El dirigente islámico insistió en que la Ley Antiblasfemia «no discrimina a las minorías religiosas» sino que es «un derecho fundamental de los musulmanes». Asimismo, Maulana Fazalur Rehman, líder de Jamiat Ulema Islam (JUI), exigió al primer ministro, Yusef Raza Guilani, que su Gobierno ponga fin a la polémica sobre la Ley Antiblasfemia, pues de lo contrario «dejarán de apoyar al Partido Popular de Pakistán».

Las exigencias de los islamistas coincidieron con una jornada de oración por la paz en el país, promovida por la Conferencia Episcopal de Pakistán. La Iglesia llamó a todos los cristianos a celebrar un día de oración y ayuno para pedir a Dios «el don de la paz» y mostrar que, «como cristianos, nuestra contribución es siempre la de unir».