Ginebra

Un científico español se aislará en el laboratorio de neutrinos del Polo Sur

El investigador aragonés Carlos Pobes se aislará durante ocho meses en la base antártica de Amundsen-Scott para participar en el experimento "IceCube", un detector de neutrinos con el que se pretende profundizar en el conocimiento de esta misteriosa partícula.

Los neutrinos, cuya masa es tan pequeña que hasta hace poco se pensó que ni siquiera existía, son fundamentales para entender cómo funciona el universo en las escalas más pequeñas, y pueden aportar información fundamental para resolver misterios como el origen de los rayos cósmicos de alta energía o la naturaleza de la materia oscura, según ha observado Carlos Pobes.

El investigador español se encuentra en la universidad estadounidense de Wisconsin-Madison, donde se prepara para viajar a la Antártida en noviembre, ha informado hoy el Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), un proyecto multidisciplinar financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

El experimento requiere pasar ocho meses de aislamiento en la base norteamericana Amundsen-Scott, con temperaturas que pueden llegar hasta los -70 grados y en completa oscuridad.

Los neutrinos interaccionan muy débilmente con el resto de la materia ordinaria, por lo que son capaces de "atravesar"la Tierra sin ser percibidos, según la información facilitada por el CPAN.

Este centro ha recordado que recientemente estas partículas fueron protagonistas del experimento "Opera", en el que se midieron los neutrinos viajando a una velocidad ligeramente superior a la de la luz desde Ginebra hasta Gran Sasso (Italia), lo que refutaría la teoría de la relatividad de Einstein, uno de los pilares de la física moderna.

"Para ello es necesario fotografiar el Universo a través de estas partículas; pero para fotografiar fuentes débiles de luz se necesitan equipos muy sensibles y largos tiempos de exposición, y fotografiar el Universo con neutrinos requiere una cámara gigantesca y años de exposición", ha explicado Carlos Pobes, y ha asegurado que eso es lo que va a intentar "IceCube".

"Icecube"es un 'telescopio' de neutrinos que utiliza el hielo antártico para detectarlos, y para ello se han perforado 86 agujeros y distribuido más de 5.000 sensores de luz a lo largo de un kilómetro cúbico entre 1.400 y 2.400 metros de profundidad.

Cuando un neutrino choca con el hielo cerca de los sensores genera otras partículas que, al viajar por el hielo, producen un destello que es captado por los sensores; un sistema de adquisición de datos permite reconstruir la dirección y la energía del neutrino, o descartar el paso de otras partículas.

El experimento se controla desde la base Amundsen-Scott, la más meridional del planeta, ubicada casi en el Polo Sur geográfico, y es un proyecto en el que participan 250 científicos de 36 instituciones procedentes de 6 países.

Estados Unidos ha aportado 242 de los 271 millones de dólares que ha costado la construcción, ha informado el CPAN, y Carlos Pobes será el primer investigador español en pasar el invierno antártico en la base gracias a un contrato con la Universidad de Wisconsin-Madison, una de las instituciones involucradas.

Pobes será una de las 50 personas que pasarán los ocho meses de invierno polar en la base, desde febrero de 2012 hasta mediados de octubre, para garantizar el correcto funcionamiento del experimento.

Eso supone quedar aislado en la base durante todo ese periodo, ya que las temperaturas bajan hasta -70º C, lo que hace prácticamente imposible salir o llegar, por lo que el físico aragonés ha tenido que superar un proceso de selección con pruebas médicas y psicológicas para probar su resistencia a meses de completa oscuridad y aislamiento y a las duras condiciones de frío extremo, sequedad y altitud (3.000 metros) del Polo Sur geográfico.