Burgos

El «comando Otazua» utilizaba «carteles-trampas» en los atentados

Uno de los etarras reconoce ante el juez los asesinatos de Puelles y Conde

Iñigo Zapiraín reconoció ayer su participación en los atentados
Iñigo Zapiraín reconoció ayer su participación en los atentadoslarazon

MADRID-El presunto miembro del «comando Otazua» de ETA Íñigo Zapiaraín Romano reconoció ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska su participación en los atentados que costaron la vida al inspector de Policía Eduardo Puelles, en julio de 2009, y del brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz, en septiembre de 2008, así como en las otras doce acciones terroristas atribuidas a los arrestados en la última operación antiterrorista. El magistrado acordó ayer el ingreso en prisión provisional de Zapiraín, Beatriz Echevarria Caballero, quien admitió igualmente su participación en esos delitos en sus declaraciones ante la Guardia Civil, y Lorena López Díez por los delitos de integración en organización terrorista, tenencia de armas y explosivos y falsificación de documentos. Ayer acordó esa misma medida para Daniel Pastor Alonso, considerado principal responsable del «comando».
El magistrado desvela en su resolución cómo los arrestados tenían en su poder información sobre «potenciales objetivos de atentados» a ertzainas, empresarios, jueces, fiscales, no identificados, empresas relacionadas con la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV), así como de cuarteles de la Guardia Civil y sedes judiciales.
Por otro lado, Grande-Marlaska hace referencia a la estratregia de colocar carteles donde se advertía de «la existencia de artefactos explosivos» en atentados contra distintos repetidores. Sin embargo, la pretensión de los terroristas no era la de «alertar a posibles víctimas», sino que se trataba de una maniobra para causarlas, ya que previamente a colocar los carteles habían realizado el «trampeado de los artefactos con el ánimo evidente de causar víctimas entre los agentes encargados de su desactivación». En los registros efectuados en las dos viviendas de los detenidos se encontraron pegatinas y carteles con texto similar al que figuraba en las inmediaciones de esos repetidores en los que se colocaron los artefactos.
14 atentados, dos asesinatos
En total, se considera que los detenidos han participado, presuntamente, en ocho atentados mediante la colocación de artefactos explosivos; tres mediante la colocación de bombas-lapas situadas en los bajos de los vehículos de un escolta, quien resultó herido, de un policía nacional, que no llegó a explotar, y del coche del inspector Eduardo Puelles, quien falleció por la explosión; y otros tres atentados con coches bomba contra la Delegación de Defensa de Logroño –que pudo ser desactivado–, el Patronato Militar de Santoña, que sesgó la vida del brigada Luis Conde de la Cruz, y contra la Casa Cuartel de Burgos, en julio de 2009, en el que resultaron heridos 60 personas. Precisamente, sobre esta última acción terrorista, el juez destaca cómo en la vivienda que ocupaban Zapiraín y Echevarria se incautó un plano y un callejero de la ciudad de Burgos, con anotaciones que se corresponden a la intersección de la calle San Francisco con el Hospital General Yagüe, en Burgos, cerca de donde colocaron la furgoneta-bomba.