La CNE aguarda al consejo de Repsol para pronunciarse sobre Pemex

MADRID- La tan esperada reunión de ayer de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no sirvió para arrojar luz en la pugna por Repsol. El organismo anunció a última hora de la tarde que no había abordado la petición que la petrolera española realizó el 5 de septiembre para que analice el pacto firmado entre Sacyr y la mexicana Pemex, y por el cual ambas compañías han alcanzado el 29,5% de Repsol al sindicar sus votos. La CNE debe decidir si analiza la operación a la luz de la conocida como Función 14, que obliga a pedir autorización a las empresas extracomunitarias que tomen un 20% del capital o una posición significativa en una empresa energética nacional aunque no llegue a ese porcentaje. A Repsol se unieron después Gas Natural y Aemec.
En una nota, el regulador recordó que dispone de tres meses desde que la compañía que preside Brufau presentó su escrito para abordar la cuestión y no precisó en qué sesión se tratará. No obstante, fuentes próximas a la CNE aseguraron que en la reunión sí se habló del acuerdo y que podría haber una solución mañana mismo.
Tras la falta de resolución de la CNE, el foco de atención se traslada ahora al consejo de administración que la petrolera celebra hoy, el primero desde la alianza de Sacyr y Pemex. Uno de los puntos de interés será ver si Sacyr y Pemex intentan hacer valer algunos de los principales puntos de su acuerdo, entre ellos el de promover la separación de los cargos de presidente y máximo ejecutivo de Repsol, o el de intentar lograr una representación acorde a su participación en el consejo. En este momento, de los 16 consejeros que hay en la petrolera, tres son representantes de la constructora y uno de la compañía mexicana.
Otra de las cuestiones a dirimir es si Repsol pondrá en marcha alguna estrategia frente al acuerdo Pemex-Sacyr, como puede ser la de argumentar que el grupo mexicano es un competidor directo y promover así su salida del consejo en una junta futura.

Sacyr: una deuda para décadas
Inquietante. Así es la situación financiera de Sacyr que dibuja Crédit Agricole en un informe fechado el pasado 20 de septiembre. El banco galo asegura que la constructora española no será capaz de hacer frente a los vencimientos de deuda de los próximos tres años con la liquidez y la caja que ahora mismo genera. Según sus cálculos, la constructora tardará entre 35 y 70 años en amortizar toda su deuda si no mejora su flujo de caja.
Para Crédit Agricole, salvo que se produzca una recuperación espectacular de la economía, sobre todo en el sector inmobiliario, la constructora deberá acometer «acciones drásticas para cambiar su estructura de capital, que es muy desequilibrada». La opción, a su entender, más factible sería una ampliación de capital o convertir parte de la deuda en capital.