Atentado
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, fuera de peligro tras recibir varios disparos
El ministro del Interior pide que cesen los mensajes de odio y alerta de que el país se encuentra «en el umbral de una guerra civil»
El tres veces primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se encuentra estable y su vida no corre peligro tras una larga intervención quirúrgica tras recibir varios disparos en la tarde del miércoles en el municipio de Handlová. Los hechos tuvieron lugar frente a la Casa de la Cultura, donde se había celebrado una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, integrado por los populistas de izquierdas del Smer –la formación del primer ministro–, los ultranacionalistas del Partido Nacional Eslovaco (SNS) y los socialdemócratas de Voz (Hlas-SD). Según los testigos que se encontraban en la zona, Fico se acercó para saludar a sus seguidores y fue entonces cuando se produjeron cinco disparos, los cuales le habrían alcanzado en el abdomen y el pecho, según el diario local Pravda.
Fico fue introducido rápidamente en su vehículo oficial para ser trasladado en helicóptero minutos después hasta el Hospital Roosevelt de Banská Bystrica, donde continúa en quirófano. La operación dura ya más de tres horas y media. «Ha recibido múltiples disparos y en estos momentos su vida corre peligro. En este momento está siendo trasladado en helicóptero a Banská Bystrica, porque llevaría demasiado tiempo llegar a Bratislava, dada la necesidad de una intervención aguda. En las próximas horas se decidirá», informó su equipo a través de redes sociales. Según publicó a media tarde el diario Denník N, era probable que sobreviviera pese a sufrir heridas en el abdomen y, al parecer, también en brazos y piernas. Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada los pronósticos iban siendo menos halagüeños. La ministra de Sanidad, Zuzana Dolinková, ha informado que Fico «sigue luchando por su vida».
Su escolta y las fuerzas de seguridad detuvo al presunto atacante, que actuó «con una clara motivación política», según el ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok. «De eso no hay duda y ustedes lo saben bien», apostilló el titular de Defensa, Robert Kaliňák. Según TV Joj, se trata de un hombre de 71 años de Levice, una ciudad del sur de Eslovaquia, que decidió atentar contra el primer ministro después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que ganó Peter Pellegrini, un estrecho aliado de Fico. El expresidente de la Policía, Stefan Hamran, acusó un «fallo fatal de la seguridad» del primer ministro. A Hamran le sorprendió «la forma caótica en que los guardias de seguridad corrían de un lado a otro», recoge Denník N. «Deberían haberse llevado inmediatamente el coche con él al hospital».
La presidenta saliente Zuzana Čaputová condenó «el brutal e imprudente atentado» contra Fico y le ha deseado «la mejor de las fuerzas para recuperarse del ataque». Por su parte, el presidente del opositor Eslovaquia Progresista (PS), Michal Šimečka, se ha declarado «conmocionado y horrorizado» por los hechos. Sin embargo, el vicepresidente del Parlamento, Ľuboš Blaha, un estrecho aliado del primer ministro, ha acusado a la oposición de crear el caldo de cultivo que ha desembocado en el tiroteo y ha suspendido la sesión de este miércoles, en la que estaba previsto que se votara un polémico proyecto de ley sobre la radiotelevisión pública, que revocaría el actual medio de comunicación de servicio público, RTVS, y establecería una nueva radiotelevisión favorable al Ejecutivo de Fico, STVR.
Pellegrini, que tomará posesión el 15 de junio después de vencer en la segunda vuelta de las presidenciales de abril, considera el atentado contra Fico como una amenaza sin precedentes para la democracia eslovaca. «Me horroriza hasta qué punto puede llegar el odio a otra opinión política. No tenemos por qué estar de acuerdo con todo, pero hay muchas formas de expresar nuestro desacuerdo democrática y legalmente», ha expresado quien fuera también primer ministro entre 2018 y 2020, en sustitución precisamente del propio Fico, que se vio obligado a renunciar al cargo por el escándalo político que causó el asesinato del periodista Ján Kuciak, y su pareja, Martina Kušnírová.
Desde el Hospital Roosevelt de Banská Bystrica, el ministro del Interior exigió a los ciudadanos que dejaran de apoyar en redes sociales este «acto atroz sin precedentes», y advirtió de que las fuerzas de seguridad tomarían medidas en este sentido: «Ninguno de los actos que inciten a un acto de odio será castigado». También hizo un llamamiento a los periodistas para rebajar la tensión, acusando a muchos de ellos de sembrar el odio: «Estamos ante el umbral de una guerra civil. El atentado contra el primer ministro es una confirmación de ello». Šutaj Eštok anunció además que el Gobierno reforzará la protección de los funcionarios constitucionales y de varios medios de comunicación para evitar que se reproduzcan más episodios de violencia.
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