Buenos Aires

El agujero de 75 millones de la SGAE en Sevilla

Han sido amigos durante años pero, a escasos días de las elecciones en la SGAE, el arquitecto Santiago Fajardo ha puesto la pica sobre el proyecto estrella de Teddy Bautista, que es además el que más suspicacias genera entre los socios: Arteria.

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Hace unos días, Fajardo anunciaba su dimisión ante la entidad por no poder acceder al informe económico necesario para desarrollar el proyecto. Mientras, la sociedad de gestión aseguraba que eran ellos quienes lo habían despedido por «negliencia» y los «sobrecostes» en la obra.

Desvíos injustificados
Ayer, el arquitecto iba un paso más allá y anunció que ha interpuesto una demanda por intromisión en su derecho al honor contra Bautista, Arteria y SGAE, y ya prepara otras dos. Además pondió a la acusación la entidad de «desvíos de presupuesto» al asegurar que «sí los hay, pero no en la obra civil», de la que él era el responsable. Fajardo explica que el presupuesto se disparó porque, «por una parte, los gastos generales hace un año eran 2,5 millones y hoy 6; y, por otra, existía un fondo de desvíos y contingencias que hace un año contaba con 4 millones y hoy no existe». Así se lo explica en un e-mail del pasado 10 de mayo al propio Bautista al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Estas irregularidades también fueron puestas a disposición de la junta directiva de la entidad el pasado 11 de abril, en la que el arquitecto denunciaba las «lagunas sin explicación e indocumentadas», además de «los innumerables cambios sufridos durante la ejecución del proyecto, que afectaron incluso a la estructura». Fajardo también denunció por escrito a la gerencia de la obra la «inclusión de partidas de equipamiento dentro del presupuesto de obra civil».

En total, 7,5 millones de euros, de los 46 presupuestados, que el arquitecto no puede precisar a qué fin los destinó Arteria Promociones Culturales, S.L. Durante buena parte del proyecto, el estudio económico estuvo a cargo de Gerens Hill International, que, según Fajardo, «dejó esta responsabilidad hace un año, y, desde entonces, corre a cargo de Ángel Quintanilla y Emilio Carrera, primo este último de Teddy Bautista».

En reiterados burofaxes, a los que también ha tenido acceso este diario, el arquitecto reclama «pagos de facturas desde marzo de 2010 por valor de 459.534,39 euros». Frente a la tesis del despido que mantiene la entidad de gestión, el arquitecto aporta un borrador de acuerdo que la entidad le ofreció el pasado 4 de mayo en el que se comprometía a darle acceso a la información económica del proyecto, aunque sin darle margen de intervención, y abonarles las cantidades pendientes a cambio de que renunciara a cualquier acción legal contra la SGAE, así como a no pedir más honorarios. Fajardo denuncia, además, que él dejó de pagar el seguro que prescribe la ley el día de su dimisión, y que las obras continuaron hasta que se nombró al nuevo arquitecto.

El arquitecto aún espera que el acuerdo sea posible, pues ha mantenido una relación con Bautista durante más de veinte años. Ha firmado, entre otras, la remodelación del Palacio de Longoria en Madrid, las obras de Arteria en Buenos Aires, Bilbao y la sede de SGAE en Las Palmas de Gran Canaria.

En casa del herrero...
Paradógicamente, otro elemento en juego en esta dispusta son los derechos de autor del arquitecto sobre sus planos. Según una claúsula de su contrato, la obra no podría ser finalizada por ningún otro colega sin su consentimiento. Desde el pasado 23 de mayo, según Fajardo, Rafael García Dieguez está al frente de la edificación. SGAE, sin embargo, arguye que «está plenamente legitimada por el contrato suscrito para proceder al pleno desarrollo y ejecución del proyecto», y, además, «las obras están prácticamente concluídas, ninguna violación cabría cometer».