La fiesta de Zara Phillips y Mike Tindall a bordo de un yate

Zara Phillips y Mike Tindall se darán el 'sí quiero' este sábado en la iglesia de Canongate Kirk, en Edimburgo, tras siete años de relación. Su última noche como solteros la han querido pasar rodeados de sus familiares y amigos.

La nieta de la reina Isabel de Inglaterra eligió un vestido asimétrico blanco por encima de la rodilla con un estampado lineal en tonos azules, que combinó con un zapato de salón crema y un recogido en el pelo que dejaba al descubierto todo su rostro. No sabemos cual será el peinado con el que Zara pisará hoy la alfombra roja que la conducirá a la Iglesia, pero posiblemente un adelanto.

El jugador de rugby, por su parte, se decantó por un traje de chaqueta marino con camisa blanca y corbata del mismo tono.

Entre los invitados sin duda destacaron las féminas de la Casa Real británica. Como en todas sus apariciones la Princesa Catalina demostró que su belleza eclipsa, aunque está vez no fue la protagonista absoluta. Primeramente porque su vestido verde por la rodilla, con manga francesa y cinturón del mismo tejido, ya lo lució durante su viaje a Los Angeles y, además, porque las Princesas Beatriz y Eugenia se quedaron con todos los flashes.

En está ocasión su aparición no fue motivo de susto, como ocurrió en la boda de los Duques de Cambridge. Eugenia y Beatriz han dado un giro de 360 grados a su estilismo. Atrás quedaron ya los estampados cortineros y los cortes de abuelilla para adentrarse de lleno en la eterna juventud con tejidos y estilos dignos de unas jovencitas pudientes. Aunque sus cinturones dejaron entrever que aún las queda mucho por aprender, las hermanísimas demostraron que están cogiendo nota sobre las nuevas tendencias.

De rojo y de morado, respectivamente. Una con corte más clásico y otra con una asimetría muy similar a la de Zara Phillips. Así aparecieron Eugenia y Beatriz en el yate junto a sus primos Guillermo y Enrique que, impecables como siempre, se decantaron por los tonos granates para sus corbatas sobre camisas blancas y trajes negros.

Junto a ellos el Príncipe Eduard y su esposa Sofía. Ella muy elegante con un vestido nude, que combinó a la perfección con un bolso de mano, zapatos y chal por si se empeoraba el tiempo.