Paulina Rubio: «A los que me critican les mando besos»

Lejos del divismo que la inunda en el escenario, con los focos apagados y sin ventilador que agite su melena, Paulina Rubio es cercana y la naturalidad domina sus gestos. Se escurre en el sofá del hotel con la misma soltura con la que lo haría en su casa y picotea golosinas no sin antes ofrecerlas a quien la escucha. Cuesta retenerla, porque algo dentro de esta artista está en perpetua fuga. Es inquieta, pero no inconstante: sus discos se cuentan por decenas y ayer presentó en Madrid su nuevo álbum, «Brava», con el que llega dispuesta a rendirle tributo a «las mujeres valientes». Reaparece en el panorama musical, renovada y con las alforjas llenas de vivencias, «una gran tristeza y muchísima ilusión se han mezclado en mi vida», explica la cantante. Conversa con LA RAZÓN sobre las expectativas de este nuevo proyecto, sobre el dolor que le produjo haber perdido a su padre y sobre la indescriptible experiencia de ser madre –su hijo Andrea Nicolás acaba de cumplir un año.

–¿Por qué se pone ahora «Brava» Paulina Rubio?
–Este disco es un homenaje a las mujeres valientes, a las que han sabido tener críos y seguir luchando por sus sueños, peleando cada día. Nadie puede hablar de esto hasta que lo vive y, en parte, es un tributo que quiero rendirle a mi bisabuela y a mi abuela, que han sido para mí grandes ejemplos.

–¿Le está costando mucho conciliar la vida familiar y la profesional?
–Es muy difícil, pero te tienes que apoyar mucho en los tuyos.

–Y Andrea Nicolás, ¿ya apunta maneras de artista?
–¡Sólo tiene un añito! Aunque, bueno, veo que tiene mucha facilidad con los ordenadores, los teléfonos... ¡Yo quiero que sea ingeniero! Ser artista es difícil, supone aprender que el día del cumpleaños de tu madre y en otras fechas importantes no vas a estar. Pero si se plantea esta profesión yo le apoyaré.

–¿Le querría evitar sufrimiento entonces?
–No, no. Si él lo quiere, lo aceptaría. Aunque es demasiado pronto para pensarlo. Eso sí, cuando suena la música se pone a bailar y se nota que tiene el ritmo en el cuerpo.

–En esta nueva aventura musical ha sido una de las compositoras del tema «Me gustas tanto», ¿cómo ha sido la experiencia?
–Muy buena. He trabajado con Nacho, del dúo venezolano Chino & Nacho, lo escribimos en Los Ángeles y lo produjimos en Madrid. Ha resultado un single muy como yo. Quisimos ponerle una letra que hablase de las conquistas, de ese segundo en el que conoces a alguien y se te queda en la cabeza.

–¿Es lo que le ocurrió a usted con su marido, el empresario español Nicolás Vallejo-Nájera?
–Totalmente. Lo nuestro fue un flechazo que, con el tiempo, ha ido madurando.

–¿Y cuántas veces los han separado desde que están juntos?
–Ni las cuento. Cuando empezamos todos los rumores eran sobre si estaba embarazada... yo creo que las cosas hablan por sí solas.

–También en su vida profesional la acechan muchos comentarios. A pesar de que tiene una carrera consolidada, algunos aún cuestionan su forma de cantar. ¿Qué les diría a sus detractores?
–No les diría nada porque no los conozco. No les pongo cara. Está bien opinar, pero yo recibo las críticas dependiendo de quien vengan. A los que me critican, pues les mando besos.

«Nunca viviremos en España»
Afronta el cambio digital –y la posibilidad de que no exista un soporte físico para sus canciones– sin miedos ni complejos. «Lo que nunca debe desaparecer es el directo, que te pone en contacto con el público», asegura Paulina Rubio. Lanzada al universo de las redes sociales, la mexicana se confiesa una frenética usuaria de Twitter: «Me gusta por que es ágil y directo», y ni siquiera se plantea la posibilidad de que, como otros artistas, acabe arrepintiéndose de su verborrea on-line. Quizá porque es de las que sabe sacar rendimiento a las redes sociales, Paulina Rubio ni se plantea instalarse en España: «Nunca viviríamos aquí. Nuestro sitio está en América, por nuestro trabajo.Nos encanta Miami y también España: aquí pasamos parte del año y aquí están las raíces de mi hijo».