Cantera y estrellas por Julián García Candau

Tenemos un problema con Mourinho y él lo sabe. Nos molesta cuando dice gilipolleces o se dedica a buscar ruidos y si nos manda a un karaoke, nos quejamos también. Lo necesitamos. Aunque nos ponga de los nervios, más de una vez proporciona divertimento. Con él siempre hay algo que celebrar. Cree en aquello que solía repetir Dalí de que lo importante es que hablen de uno, aunque sea para bien. En el caso de «Mou», madridista disfrazado, todo suele venir a cuento, aunque no le cuadren las cuentas.

Ahora, estamos en la disputa por las ventajas de la cantera. Para Mourinho, la fábrica, que diría Di Stéfano, no le da rentabilidad al club. Tiene razón porque el equipo suele estar en manos de mercenarios a quienes les importa sobremanera su nombre. En el Madrid es muy difícil triunfar saliendo de la cantera porque se desean jugadores estrella y los productos caseros para llegar al firmamento tienen que encontrar ocasión muy idónea. Fue el caso de Casillas, que entró inesperadamente y afortunadamente se pudo mantener. Entre los pocos españoles que cuenta la nómina madridista hay mayoría de canteranos.

La cantera, a veces, lanza futbolistas como Míchel, Sanchis, Martín Vázquez, Butragueño y Pardeza. No fue mal negocio. Con «Mou» no habrían jugado. Siempre habría preferido a los del clan Jorge Mendes. Brindó al sol en Alcoi. No se confía en que dé oportunidades a ningún canterano.
Posdata. ¿Cambiaría mucho si por Higuaín y Benzema jugaran Soldado y Negredo?