El Supremo debate la ley sanitaria de Obama

NUEVA YORK- Conocida como la «Obama Care» (Cuidado de Obama, en inglés), la batalla por la reforma sanitaria, aprobada en 2010, todavía continúa. A pesar de las peleas entre los representantes del Congreso y la aprobación «in extremis» con negociaciones de último minuto, los republicanos han hecho lo imposible por buscar cómo derogar esta ley, y ayer empezó ante el Tribunal Supremo la sesión, que se prolongará durante tres días sobre la constitucionalidad de la misma.

Inmediatamente después de su aprobación hace dos años, 26 estados interpusieron demandas ante la misma corte contra el requisito de la norma que obligará a todos los estadounidenses a contratar un seguro médico en 2014 o pagar una multa si deciden no hacerlo. Los críticos se han agarrado al argumento de que vulnera las libertades civiles.

Los nueve jueces del Supremo, cinco nombrados por presidentes republicanos y cuatro por demócratas, decidirán sobre el futuro de la reforma sanitaria de Obama a finales de junio. Justo cuando el presidente y el candidato republicano estén en plena campaña.
Ayer los jueces se concentraron en si tienen el poder para decidir ante este caso. Hoy tendrán que escuchar los argumentos sobre la constitucionalidad de la reforma. Los 26 estados que han llevado este caso ante el Supremo argumentan que el Gobierno no debe tener poder para obligar a los ciudadanos a comprar un seguro sanitario. Los críticos han indicado que sería como forzar a las personas a comer brócoli o comprar sólo coches nacionales.

En cambio, los defensores argumentarán que los estadounidenses que no tienen seguro médico obligan al resto de los contribuyentes a costear sus facturas, los cuales deben correr con los gastos de las visitas a urgencias. Generalmente, las personas que no tienen seguro entran a los hospitales por la puerta de emergencias, a pesar de que no sufran dolencias graves. Pero lo hacen porque por ley los médicos no se pueden negar a tratarlos aunque no tengan suficiente dinero para pagar las facturas. En este tipo de casos, los enfermos son atendidos por estudiantes, ya que los centros prefieren que los médicos asistan a las personas que sí tienen seguro.

Mañana se tratará sobre el futuro del resto de la ley si se declarara inconstitucional la parte que obliga a comprar un seguro y si el Congreso hizo cargar con toda la responsabilidad a los estados con la expansión del programa de Medicaid.