El Consistorio reordenará el turismo en la Sagrada Familia

Barcelona- Tras un mes de la entrada en vigor de la reordenación de los autocares turísticos en la inmediaciones de la basílica de la Sagrada Familia, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha detectado un problema. Los turistas prefieren recorrer la calle Marina para acceder al templo y volver a los vehículos estacionados en la avenida Diagonal que la calle Sardenya. Las aceras se llenan de extranjeros y dificultan, tanto su paso como el de los barceloneses. Por ello, el Consistorio estudia ahora cómo modificar el flujo de turistas.

Así lo anunció ayer el concejal del distrito del Eixample, Gerard Ardanuy, que hizo balance del primer año de gobierno en esta zona barcelonesa. El objetivo es que los visitantes utilicen otras vías, como la calle Sardenya, y no colapsen el tramo de la calle Marina. Y es que, Ardanuy negó que el Ayuntamiento tenga previsto llevar a cabo mejoras urbanísticas, como peatonalizar la zona, ampliar las aceras o cambiar el emplazamiento de la parada del bus turístico. «No haremos inversiones a ciegas llevados por la presión del momento», sentenció el concejal.

Desde principios de junio, el entorno de la Sagrada Familia está blindado a los autocares turísticos. Sólo los vehículos que trasladan a grupos escolares o personas con movilidad reducida tienen permitido acercarse al templo. El resto, unos 600 diarios, está obligado a estacionar en las zonas habilitadas por el Consistorio para ello. Esto es, en las ocho plazas situadas en la plaza de la Hispanitat y las seis en la plaza de Pablo Neruda con la avenida Diagonal. Los conductores tiene 10 minutos para encochar y desencochar. Luego, para aparcar, y por un máximo de dos horas, éstos pueden hacerlo en los aparcamientos ubicados en la avenida Diagonal con la calle Consell de Cent (ocho plazas), la calle Sardenya con Ali Bei (diez plazas) y el entorno de la plaza Monumental (cuatro).

No al aparcamiento
Una vez a pie de calle, los turistas son guiados hasta el templo por señalizaciones que el Consistorio adecuó para dicha reordenación. Aceras y pasos de peatones también fueron modificados para garantizar la seguridad y fluidez del flujo de turistas. Aunque, al parecer, estas medidas se han quedado cortas al mes de implantarse dadas las declaraciones del propio Ardanuy.

El concejal del Eixample negó, asimismo, que el Ayuntamiento se plantee construir un aparcamiento subterráneo cerca de la basílica. La idea no forma parte de la hoja de ruta «ni a corto ni a medio plazo», señaló Gerard Ardanuy.

Hasta el momento, la Guardia Urbana ha interpuesto una 160 denuncias a los conductores autocares por no respetar el plan de reordenación, lo que, según el concejal, muestra que éstos están respondiendo bien al nuevo plan dado que el volumen de autocares asciende a 700 al día en los alrededores del templo.

La tasa turística «no influirá»
La directora general de Turismo, Marian Muro, aseguró ayer que la entrada en vigor de la tasa turística no comportará un descenso de los visitantes a Cataluña, y defendió que es la única vía para promocionar el turismo ante la reducción de los presupuestos públicos y las inversiones privadas. En la comisión parlamentaria sobre turismo, Muro garantizó que el nuevo gravamen, que tildó de equilibrado, no hará peligrar la competitividad de la industria turística catalana frente al resto de España, porque «la competitividad de Cataluña no pasa por un euro, sino por la excelencia de sus servicios y la calidad de sus prestaciones». Por su parte, el diputado del PP Jordi Roca auguró que la tasa, que entrará en vigor en noviembre, sí implicará una reducción de las inversiones de las empresas turística y, así, un empeoramiento de la calidad de los servicios.