Rubalcaba no nos salves más

El Comité Federal ha optado por el debate y ha convocado un congreso abierto. Los casi mil delegados tendrán en sus manos, con voto directo y secreto, la elección del nuevo Secretario General, con más de un candidato al que votar y con el poder de los barones diluido porque no votan las delegaciones, votan los delegados. La opinión de los barones será importante pero no determinante. O sea, el peor escenario deseado por Rubalcaba que ha perdido su pulso con los partidarios de iniciar un camino de reflexión y democrático.
La democracia interna ha ganado este primer envite. Rubalcaba no ha conseguido su objetivo. Ni un solo miembro del Comité Federal se ha expresado a favor de su candidatura, a pesar que durante toda la semana lo ha intentado. Si los ciudadanos le dijeron no de forma estridente en las elecciones ahora, por omisión, se lo han dicho los miembros del Comité Federal que no han bendecido su liderazgo. Tampoco ha conseguido que se aborten otras candidaturas. De hecho, los miembros del Comité Federal, en sus intervenciones, le han reconocido ese esfuerzo realizado pero han añadido entre líneas aquello de «no nos salves más».
Sin embargo, Rubalcaba no ha dado un paso atrás. Sigue «erre que erre». De hecho, intentará que la ejecutiva, que se reunirá mañana lunes, le otorgue todo el poder en el grupo parlamentario. Sin duda, será el designado para ser la voz del PSOE en el debate de investidura de Rajoy, pero ahí debe acabar su camino. José Antonio Alonso, el actual portavoz, debe seguir al frente del grupo parlamentario hasta el mes de febrero. Solo así, se garantizará la neutralidad de la dirección actual hasta el congreso.
El PSOE ha hecho una apuesta por la democracia y se ha negado al suicidio colectivo que le proponía el candidato. No ha querido seguir, como si fuera una secta, la senda que le apuntaba el candidato que ha cosechado los peores resultados del socialismo español en democracia. Zapatero también hizo su referencia particular a Rubalcaba cuando dijo que es el momento de los militantes. Tampoco el actual Secretario General quiere que su sucesor sea elegido entre bambalinas.
El Comité Federal ha dado el pistoletazo de salida para que los candidatos inicien su campaña basada en proyecto, ideas y estrategia. Rubalcaba se limita al programa, pero para ganar en Sevilla será necesario algo más que un programa que ha sido rechazado de forma aplastante en las urnas. Por eso, será interesante que los candidatos se postulen en breve. Los militantes deben poner caras al futuro del PSOE. Caras que puedan situar al PSOE, de nuevo, como alternativa de gobierno. De momento, en las quinielas figura Chacón. No es descartable, y es hasta deseable, que surjan nuevas figuras.