Ciudad del Vaticano
ANÁLISIS: El Papa puede detener el juicio por Manuel de Castro Martínez
¿Hasta qué punto está el Papa limitado por las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano en casos así?
–En realidad, el Papa como jefe de Estado es un jefe total, es decir, ejerce una soberanía absoluta. Por derecho pontificio detenta los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Realmente, cada obispo tiene esas tres potestades en su diócesis y él además lo hace en el Estado vaticano. El Papa lo que hace es dividir el ejercicio de esas potestades, las distribuye en diferentes órganos. Se da así una división de poderes en ejercicio pero tal división no existe en titularidad así, el Papa delega el poder judicial en el Tribunal del Estado vaticano.
Si ejerciese su potestad judicial, ¿qué papel podría tener el Papa en el proceso?
–El Papa no puede influir en el Tribunal u ordenarle que investigue más o menos exhaustivamente. Lo que puede hacer es parar el juicio, porque no olvidemos que la Iglesia persigue el bien de las almas y, si considera que es un bien, puede interrumpir el proceso. Hay que recordar además que el derecho canónico recoge la figura de la «salus animorum» y el primado de la misericordia.
A pesar de haber condena, el Papa puede perdonar a Gabriele y no llevarse a cabo los efectos de la pena. ¿Qué supondría este gesto?
– Puede hacerlo y, en mi opinión, si es perdonado por Benedicto XVI, la sociedad vería de forma plástica y expresiva un ejemplo de cómo en la Iglesia priman la misericordia y el perdón, verían a una Iglesia que perdona.
¿Qué legislación se aplica para enjuiciar este caso?
– Rigen los pactos lateraneneses desde 1929, fecha en la que se constituye el Estado vaticano. Conviene especificar que no se aplica el Derecho canónico. Se trata de un proceso que atañe a la jurisdicción estatal vaticana.
Manuel de Castro Martínez
Canonista y profesor honorario de la SEI
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