Crisis del PSOE

El PSOE superado

La Razón
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No cambian. Ni lo aparentan. El Gobierno socialista de Zapatero y Rubalcaba –ahora parece más del segundo que del primero– continúa sin deseo de analizar el porqué de su contundente derrota. No quieren abandonar sus vicios, el juego a dos bandas, la demagogia, todo eso que les dio excelentes frutos en 2000 y en 2004. Se niegan a percibir que los españoles no están dispuestos a volver a ser engañados. Rubalcaba –la cara socialista para las próximas elecciones, sólo eso– debe ser consciente de la herencia que recoge y desechar virtualidades. Demasiadas cosas han rebosado el vaso. Da igual cuál ha sido la última gota. Los ciudadanos tienen lleno el saco de la paciencia y no quieren colmar el de la resignación. Se han dado cuenta de las deficiencias en la ordenación territorial de España, en donde la solidaridad ha quedado erosionada por obra y gracia de una dinámica legisladora de pandereta. Quieren decir basta a los graves flancos que presenta la Justicia con el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial al frente, dando la impresión a veces de su contrariedad con la independencia del Tribunal Supremo. Se niegan a aceptar de nuevo la trampa de unas negociaciones con ETA por culpa de una meta ilusoria. La gran mayoría está convencida ya de la ineficacia del Gobierno para sacarnos de la crisis económica. No valen más las argucias de poner calificativos a quienes previeron la crisis, ni traidores a quienes se atreven a exponer la realidad. Lo peor es la impresión de no tener ideas para salir de esta situación. De tener un Gobierno superado por las circunstancias. Ahora bien, por más que haya acontecido, el Gobierno de ZP caerá y el Estado prevalecerá. Presidente, con semejante panorama, las elecciones es lo mejor para la nación. Así es la vida.