El riesgo del «ladrillo» forzará a la banca a vender activos

Bruselas- La banca se prepara para vivir el peor año desde que comenzara la crisis. A la atonía del negocio por el estancamiento económico y las nuevas exigencias de capital principal aprobadas por la European Banking Authority (EBA) para el mes de junio se une ahora la intención del Gobierno de aumentar las provisiones para cubrir futuros riesgos de los activos inmobiliarios. Hasta el momento, casi nada ha trascendido oficialmente acerca de las medidas que el Gobierno tomará en los próximos días.

Esta misma semana, la Comisión Delegada para Asuntos Económicos y el Consejo de Ministros han estudiado los primeros borradores. Se conoce tan sólo que Luis de Guindos quiere que el conjunto del sector provisione otros 50.000 millones de euros para despejar las dudas que planean sobre los mercados, pero no la forma. Y quiere que se haga de manera acelerada. «Cuanto antes», según han indicado fuentes financieras a LA RAZÓN.

Provisión acelerada
Sólo así se explicaría que Banesto, la primera entidad que ha presentado las cuentas de 2011, realizara a última hora una dotación extraordinaria de 400 millones de euros «ante la previsible evolución del mercado inmobiliario», adelantando de esta forma a los beneficios de 2011 parte del nuevo saneamiento que se va a exigir al sector.

Aunque tanto el Ministerio de Economía como el Banco de España guardan celosamente las líneas maestras de esta nueva reforma, De Guindos es partidario de llevarlas cuanto antes al Consejo de Ministros y no esperar a que se produzca el relevo en la cúpula del Banco de España, a mediados de año. El sector especula con la posibilidad de que el Gobierno obligue a elevar la cobertura de los riesgos para los inmuebles adquiridos y adjudicados hasta el 50% y también de los créditos subestándar. Se trata de aquellos que, sin haber alcanzado la categoría de impagados, muestran algunos signos problemáticos de cara al futuro.

Calificación urbanística
Incluso que las entidades tengan que provisionar hasta el 100% de los créditos concedidos para la compra de suelo según sea su calificación urbanística, algo que dejaría muy tocado al sector, al tener aquí una exposición de casi 95.000 millones de euros. Bankinter, por si acaso, ha elevado su cobertura en este subsector hasta el 75%. Lo que parece totalmente descartado es que el saneamiento, o parte de él, se haga con cargo al contribuyente.

De momento, el Ministerio de Economía se ha limitado a solicitar al Banco de España información contable y detallada de la situación de los bancos y cajas de ahorros españolas, haciendo especial incidencia en todo lo concerniente a los riesgos contraídos con el sector inmobiliario y el constructor.

En su último informe de estabilidad financiera, el Banco de España ha cifrado en 176.000 millones de euros el montante de los créditos problemáticos, sobre los que existen provisiones constituidas de 58.000 millones, alrededor del 33%. Economía estudia cómo hacer que la cifra se duplique y las coberturas totales se sitúen entre el 50 y el 66% del riesgo contraído. El sector considera excesiva la obsesión del nuevo Gobierno con los mercados.

El problema para las entidades financieras españolas no está tanto en la cuantía de las nuevas provisiones como en la fecha en la que tengan que estar contabilizadas en sus balances. En 2010, los bancos españoles ganaron 14.078 millones de euros, un 5,8% menos que en el año anterior. Las cajas obtuvieron un beneficio neto de 3.404 millones, un 23% inferiores a los de 2010. En los nueve primeros meses de este año las cosas no pintan mejor. Los bancos han presentado unas ganancias de 9.328 millones de euros (-15,4%), y las cajas de 2.549,5 millones (-0,9%), sin tener en cuenta a la CAM que registró unas pérdidas de 1.731 millones de euros.

Si, como parece, el Gobierno quiere acelerar el saneamiento del sector, las nuevas provisiones podrían acabar con los beneficios de muchos bancos, especialmente de aquellos que concentran su negocio en España y no nutren sus cuentas de resultados de las filiales en Iberoamérica. «50.000 millones de euros en nuevas provisiones lleva a buena parte del sistema financiero a pérdidas», asegura un alto ejecutivo bancario que prefiere permanecer en el anonimato. Si este vaticinio termina por cumplirse, no habría más remedio que acudir a las ayudas públicas y acelerar también otro proceso de concentraciones. El nuevo saneamiento podría ser, como pretende Economía, el pistoletazo de salida.

De Guindos estudia cómo forzar la máquina. Quiere que las entidades que no aguanten el nuevo saneamiento en el presente ejercicio sean absorbidas por otras y, por descontado, prohibir el reparto de dividendos si es necesario. La única salida que les queda a la mayoría es aumentar las comisiones (muy superiores a los beneficios), reducir tamaño mediante la venta de oficinas, enajenar cartera de participaciones empresariales y, además, seguir teniendo la capacidad de generar beneficios.

Las opciones
Con una economía que entrará en recesión al término de este trimestre, a bancos y cajas les quedan pocas alternativas para cumplir con la EBA y con el saneamiento que prepara el Gobierno.

Vender oficinas.
A 30 de septiembre, los bancos tenían abiertas 25.092 oficinas, tras cerrar 1.000 en los últimos doce meses. Las cajas, en junio, mantenían operativas 21.750, después de cerrar 3.301 .
Más comisiones.
Entre enero y septiembre de 2011, los siete principales bancos españoles (Santander, BBVA, Popular, Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor) ingresaron por comisiones 13.822 millones, un 40,34% más que sus beneficios (9.848,9 millones).

Menos participaciones.
Se ha puesto de moda para compensar la escasez de negocio. Todo aquello que no forme parte del «core business» es susceptible de ser vendido al mejor postor.

Reducir dividendo.
Es lo más comprometido al estar en Bolsa. La banca ha recortado la retribución al accionista un 40% desde 2007.