Cataluña

Los Reyes Magos llegan cargados de regalos y esperanza contra la crisis

Los Reyes Magos de Oriente llegaron sin falta a todas las localidades catalanas. Los ojos ilusionados de los niños les vieron llegar en avioneta, como ocurrió en Lleida; en barco, como hicieron en Tarragona; descendiendo las pistas de esquí de La Molina; incluso en helicóptero, como hicieron en Reus

El Rey Gaspar recibe una carta de un niño con la imagen de la Sagrada Familia al comienzo de la cabalgata de Barcelona
El Rey Gaspar recibe una carta de un niño con la imagen de la Sagrada Familia al comienzo de la cabalgata de Barcelonalarazon

A pesar del frío, los niños, y sus padres, aguantaron estoicos en las calles con sus cartas en la mano. En esta ocasión, la lluvia no molestó en absoluto y la jornada mágica dio pie a una noche llena de ilusión y esperanza.

En Barcelona, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron incluso antes de tiempo, impulsados por uno de los veleros más rápidos del mundo, una embarcación que formaba parte de la Barcelona World Race. Los niños que salían de la estación de metro de Drassanes, tuvieron que correr al Moll de la Fusta para no perderse ni un segundo de su visita. Los pajes reales, Gregori y Estel, tuvieron que despedir corriendo el espectáculo previo que amenizaba la espera para ir a recibir a Sus Majestades junto al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

Ayuda «de los que mandan»

Con su tradicional, «niños y niñas de Barcelona, los Reyes Magos de Oriente ya están aquí», el alcalde de la ciudad presentó a sus invitados de honor y les hizo entrega de la «llave mágica» que abre todas las casas, así como del tradicional pan y sal. Su petición a los Reyes Magos de este año fue que «traigan trabajo y trabajos mejores a los padres y las madres», en clara referencia a la necesidad de superar la crisis y sus efectos. También pidió que hayan más posibilidades de «cuidar a gente que lo necesite».

El Rey Melchor fue el encargado de dirigirse a los niños. Preguntó si se habían portado bien y el rugido fue unánime, «¡sí!». Sorprendido de que hubiese tanta gente «con el frío que hace», Melchor hizo una lista de todo los regalos que le habían pedido y aseguró que los que más ilusión le hacían eran los que querían «libros y cuentos». También pidó la colaboración «de los que mandan» para poder erradicar la pobreza o el hambre.

Después de los parlamentos, los Reyes Magos se dirigieron a sus carrozas y empezaron a saludar a los niños, que les entregaban sus cartas emocionados, la mayoría sin sobre. A las 18.30 horas comenzaba la cabalgata, en un recorrido que los llevó a las fuentes de Montjuïc, y donde destacaron las nuevas carrozas.