Teatro

Crítica

Plácido Domingo

La Razón
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«Simon Boccanegra», la ópera de Verdi que estos días triunfa en el Teatro Real de Madrid con Plácido Domingo –y otros grandes cantantes– en el reparto, está basada en un original del español Antonio García Gutiérrez. Verdi iba buscando un éxito como el del «Trovador», también basado en una obra de García Gutiérrez, y le gustaban los dramas románticos españoles, con personajes siempre al límite, de una descabellada intensidad dramática y emocional. Nadie ha conseguido nunca entender el argumento, pero en vista de la música que compuso Verdi, da igual. El caso es que las funciones de este Boccanegra resultan sumamente españolas. En primer lugar, claro está, por Plácido Domingo, recibido de forma apoteósica por un público que lo adora. Al fin y al cabo, Plácido Domingo es español y madrileño. Hay quien se pregunta por qué no está a la cabeza del que es su teatro, en más de un sentido. ¿Que está muy bien dirigiendo la ópera de Washington? Por supuesto. ¿Que estaría mejor para nosotros tenerlo aquí, en su casa? Pues se podía haber pensado antes de incurrir en tanto papanatismo enjalbegado de apellidos sonoros y millones de euros. Plácido, como era de esperar, borda el papel de Simon Boccanegra, el dux de la República de Génova. En una de las escenas el personaje preside un consejo en el que se debate la guerra con Venecia. Verdi compuso aquí uno de los grandes momentos de toda su obra, con un monólogo del protagonista que está más cerca del discurso político (a lo Marco Antonio, en el «Julio César» de Shakespeare) de lo que se espera en una ópera. ¿La clave? Bien sencilla: Boccanegra no quiere que Italia se desangre en más guerras civiles y llama a la concordia recurriendo a un poema de Petrarca en el que el poeta invocó la unidad superior de la nación italiana. Resulta fascinante pensar cómo los españoles, que nos unimos mucho antes que los italianos, estamos desandando el camino… ¿hacia dónde? A Plácido Domingo, en este caso, sólo se le puede pedir que represente lo que haría un hombre con sentido de la Historia y de la Patria. Genial.