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Marqueses del Nobel y el tiqui-taca

El Rey concede el título de marqués a Del Bosque, Vargas Llosa, Villar Mir y Aurelio Menéndez. Del primero destaca el fomento de los valores deportivos 

Marqueses del Nobel y el tiqui-taca
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MADRID- Desde ayer, el pueblo ya tiene su marqués, un miembro de la nobleza al que de verdad conoce y adora. Ayer, Don Juan Carlos determinó que lo logrado por Vicente del Bosque y los valores que transmite merecen ser reconocidos desde lo más esencial de la Corona: la nobleza. Por eso desde ayer el seleccionador nacional, el campeón del mundo de fútbol, es el marqués de Del Bosque. Lo es por su «dedicación al deporte español» y por «fomentar los valores deportivos». Esta distinción provocó en el entrenador de fútbol «corte y apuro», pero no dudó en señalar que «los que tenemos una responsabilidad pública tenemos que actuar de la mejor manera posible, es una responsabilidad añadida y me obliga a ser cada día mejor». Quizá por eso es ya marqués.

Tal vez el del salmantino es el más llamativo, el más popular, pero con él fueron elevados al segundo título nobiliario de mayor categoría otros tres españoles ilustres. El primero, por su «extraordinaria contribución a la Literatura y la lengua española», el del Nobel de Literatura y miembro de la Real Academia de la Lengua, Mario Vargas Llosa, marqués del mismo apellido. El escritor hispano-peruano atesora los tres principales premios a los que puede aspirar un literato en España: el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, el Cervantes en 1994 y el Planeta en el 93.

Figuras de la Transición

Los otros dos marquesados que nacieron ayer del «Real aprecio» de Don Juan Carlos, fórmula reservada para las distinciones cuya concesión sólo depende del Monarca, corresponden a dos figuras especialmente relevantes en la Transición, Juan Miguel Villar Mir y Aurelio Menéndez. El primero de ellos, marqués de Villar Mir, recibe el título por su «destacada y dilatada trayectoria al servicio de España y de la Corona». No en vano, ambos formaron parte de los primeros gobiernos del Rey tras la muerte de Francisco Franco. Villar Mir, actual presidente de OHL, fue vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos y ministro de Hacienda en el primer Gobierno de la Monarquía y Aurelio Menéndez, ahora marqués de Ibias, lo fue de Educación y Ciencia en la misma época.

Éste último, fundador del bufete de abogados «Uría y Menéndez», fue premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1994 y preceptor de Don Felipe, además de magistrado del Tribunal Constitucional, académico de la Real Academia de Jurisprudencia y miembro del Consejo de Estado. Por sus manos pasó el diseño de la formación superior del Heredero de la Corona y recibe la distinción al poco de cumplirse los veinticinco años desde que Don Felipe jurara la Constitución ante las Cortes Generales y comenzara, desde su compromiso con la Carta Magna, a desarrollar una función cada vez más trascendente.

Así pues, desde ayer la nobleza española cuenta con cuatro marqueses de muy diferente procedencia pero con un denominador común: su entrega a España, a la Corona y a unos valores de referencia para la sociedad.