Bilbao

El Gobierno vasco gasta 125066 euros en que el lendakari aprenda euskera

Este año empleará 48.231 euros, un 20 por ciento más que en 2011

El Gobierno vasco gasta 125066 euros en que el lendakari aprenda euskera
El Gobierno vasco gasta 125066 euros en que el lendakari aprenda euskeralarazon

MADRID- A los ciudadanos vascos les está saliendo caro, pero que muy caro, que su lendakari aprenda euskera. Tanto como... 125.066 euros. Y es que en los casi tres años que lleva de legislatura, Patxi López no ha logrado aún zambullirse de lleno en los matices de esta lengua. Quizás 2012 sea su año, por lo que el Gobierno vasco ha decidido tirar la casa por la ventana y ha contratado los servicios de la misma academia de siempre para que López «perfeccione» su euskera.

La cuestión costará, según aparece publicado en el Boletín Oficial de esta comunidad, 48.231 euros, un 20 por ciento más que el año pasado (40.235) y un 32 por ciento más que en 2010 (36.600). Cierto que los precios suben pero la cifra se antoja desorbitada en época de austeridad y recortes. Y cuantos más números echa uno, más exagerada parece esta cantidad.

Si tenemos en cuenta que la academia Ulibarri Euskaltegia, la elegida desde un primer momento, cobra 710 euros por impartir un curso completo, podríamos decir que el Gobierno vasco está sufragando el equivalente a la formación de 68 alumnos. Seguimos. Sólo el lendakari paga 4.019 euros al mes por recibir clase, una cifra muy alejada de la real y que se explica por los viajes que realiza el profesor desde Bilbao, sede de la academia, a Vitoria, donde reside el líder de los socialistas vascos.

No son pocos quienes recuerdan que el anterior lendakari, Juan José Ibarretxe, también recibió clases. La diferencia es que él sí aprendió euskera y en tiempo récord. Así la polémica está servida, más cuando López se permitió la licencia de afirmar, hace ya algún tiempo, que si no avanzaba en el euskera es porque hacía «piras» de las clases. O lo que el resto de los mortales conoce como «pellas».

Una broma de mal gusto
Sobra decir que los nacionalistas se le echaron encima y le acusaron de «desprestigiar» esta lengua. Y en lugar de mostrar cautela siguió con la broma, asegurando que al día siguiente de la «pira», siempre entregaba el «justificante de sus padres». Nadie pareció pillar el sentido del humor del lendakari, que se vio obligado a buscar una excusa mejor. Así, aseguró que las ausencias a las clases se debían a motivos de agenda y a los viajes oficiales que conlleva la responsabilidad del cargo.