Con hándicap en Cornellá

Si damos por buena la teoría de que se están jugando dos Ligas y la de Barcelona y Madrid es la escocesa, para unirlas tal vez sería interesante que ambos jugaran con hándicap. Como lo hizo el Madrid en el Cornellà-El Prat. En el minuto dos se quedó con diez por expulsión de su capitán, Casillas. Y no obstante, se adelantó en el marcador.

El Espanyol arrancó con fe, consciente de que podía equilibrar el juego. Después de la expulsión no supo mandar, no fue capaz de hacer correr al Madrid para que se fundiera y ello le costó, además del tanto de Marcelo, toparse con imprecisiones y sensación de que pese a la superioridad numérica no podía ganar.

El autor del gol nunca ha gozado del favor del madridismo. En la pasada campaña se echaba en cara a Pellegrini que lo alineara. No es Roberto Carlos, ni lo será nunca, y, sin embargo, es muy eficaz. Antes de marcar el gol hizo una jugada de fantasía corriendo con el balón por la banda sin dejarlo caer y con un contrario al lado.

Ayer, cuando el Real Madrid más necesitaba el auxilio de un segundón, surgió su jugada que remató con un golazo sin apenas ángulo ante un Kameni aturdido.

Helenio Herrera, precursor en tantas cosas, dijo aquello de que «con diez se juega mejor que con once» y el Madrid hizo buena su sentencia en un partido en el que siempre mandó. Al contragolpe pudo haber ganado de manera escandalosa, oportunidades tuvo para ello, pero Adebayor erró las mejores ocasiones de la noche.

POSDATA. Deben echar a Quique. Con el Santos de Pelé sólo ha ganado una Copa y una Supercopa de Europa.