Algeciras
Visita en plena polémica por Francisco Oliva
La visita relámpago del Rey de España a Algeciras para reunirse con efectivos de la Guardia Civil y los pescadores campogibraltareños, inmersos en el conflicto pesquero con las autoridades de Gibraltar, supone la segunda visita de una casa real a la zona en cuestión de pocos días, tras la efectuada por el Príncipe Eduardo y su esposa, la pasada semana al Peñón, con motivo del sesenta jubileo de la Reina de Inglaterra.
Más allá de los recelos que en algunos sectores de la opinión pública ha suscitado la presencia de Don Juan Carlos en Algeciras, para la inmensa mayoría de la población, la visita del jefe del Estado español a una parte de su reino ha sido acogida con tibieza aunque no exenta de respeto. Incluso el ministro principal, Fabian Picardo, manifestó que, de la misma forma que España no debía inmiscuirse en la visita del Príncipe Eduardo a Gibraltar, él se aplicaba el mismo criterio en relación al Rey de España.
Si bien la llegada de Don Juan Carlos se ha interpretado como una muestra de apoyo a los pesqueros y a la Benemérita desde la instancia más alta del Estado, no se desestima que sus dotes diplomáticas puedan facilitar un elemento añadido a la negociación en curso que favorezca una salida a la crisis pesquera que sea satisfactoria para ambas partes.
Es interesante subrayar también que aunque la Prensa suele reflejar los momentos de tensión que se producen entre la Policía de Gibraltar y la española, la cooperación diaria en muchas operaciones conjuntas contra el narcotráfico suele pasar desapercibida.
Francisco Oliva
Periodista del «Gibraltar Chronicle»
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