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El precio de los sentimientos
«Con los hijos emancipados tenemos tiempo completo» Carmen Posadas
«Lo que influye en el universo emocional de una mujer son los hijos. Al terminar los estudios y trabajar, las mujeres son más más productivas. Hasta que suena el reloj biológico. Nos convertimos en unas enfermas de la responsabilidad». Al preguntarle si ella se ha visto alguna vez en esta disyuntiva, responde: «Escribí un artículo que se titulaba "Bendita prórroga'', donde planteaba que, con los hijos emancipados y los maridos jubilados, por fin, éramos capaces de hacer lo que queríamos, a tiempo completo».
«Trabajamos para ser profesional y ser mujer» Covadonga O'Shea
«Cuando entrevisté a Thatcher me dijo que debía trabajar por partida doble, para ser una profesional al tiempo que una mujer que deseaba seguir siendo mujer. Menos mal que tenemos capacidad de hacer varias cosas a la vez: compatibilizar biberón y ordenador». «La mujer –prosigue– lleva a su trabajo y la casa encima. Yo trabajo muchísimo. No he tenido pareja ni hijos, porque soy miembro numeraria del OPUS, pero tengo una responsabilidad sobre muchas cuestiones emocionales y mucha y extensa familia».
«Las de mi generación se vuelcan con los nietos» Carmen Alborch
Quien fuera ministra de Cultura –como Esperanza Aguirre en su momento–, reconoce que los «elementos personales, familiares y afectivos influyen más en las mujeres que en los hombres en su desarrollo profesional. Especialmente en mi generación» En cuanto al hecho de ser abuela, manifiesta: «He visto a muchas mujeres de mi generación, volcadas en los nietos como si fueran sus propios hijos. No es una "compensación a posteriori", sino que las mujeres somos expansivas con nuestros afectos».
«Llega el momento que sabes que te estás perdiendo algo»Rosina Gómez-Baeza
«Las mujeres de mi generación hemos sentido la responsabilidad de la familia, de padres, marido, hijos... Entiendo que a Esperanza Aguirre le preocupe el cuidado a su marido y se pregunte si está bien o mal. Creo que llega un momento en que te das cuenta de que te estás perdiendo algo». La ex directora de Arco cree que ese lado afectivo te da «una visión más real del mundo». «Cuando alguien está sometido a la crítica, la familia da estabilidad porque es el único lugar en el que saben exactamente cómo eres».
«La solución: que ellos se "humanicen"más»Laura Freixa
«Por supuesto que los agentes emocionales y afectivos condicionan el desarrollo profesional de una mujer. Y no es sólo cosa del pasado, sino también del presente». Tan cierto le parece, que ella misma confiesa no haber podido escapar a esa situación «hasta que conocí a mi segunda –y actual– pareja con quien sí he logrado una distribución equitativa de roles». «La solución no es que nos "deshumanicemos"sino que ellos se "humanicen"más y se ocupen también de la madre enferma, de comprar los regalos al sobrino».
«Está claro que el reto es mayor para nosotras» Ana Pastor
«Ser mujer influye en todos los ámbitos profesionales. Ya sólo dejar tu trabajo para el parto supone un condicionamiento físico», asegura la periodista, que dio a luz tras una entrevista con Esperanza Aguirre. «Está claro que el reto es mayor para una mujer. Aunque yo he tenido la suerte de que mi pareja se ha implicado como yo. Pero a una mujer se nos observa más». Sí reconoce que «existe una forma femenina de ejercer cualquier profesión, más comprensiva, aunque más que del género, depende de cada persona».
«Opté por la familia y al llegar a cierta edad, valoras la libertad» Pilar de Arístegui
«El hecho de que los factores afectivos influyan más en las mujeres, está superado. Todo depende de cada caso, y no creo que sea una regla general. Hay mujeres que dedican todas sus energías a su profesión –como otras lo hacen a su mundo familiar– y todo es igual de válido y viable». «En mi caso –afirma la artista, esposa del ex embajador de España en el Vaticano– opté durante mucho tiempo por mi vida familiar porque para mí era muy importante. Tal vez por ello, al llegar a cierta edad, valoras la libertad que tienes».
«Del universo familiar es de donde sale la energía» Sara Navarro,
«La mujer, para equilibrar su mundo afectivo, es necesario y vital recurrir a su universo familiar, a su entorno emotivo, porque es la fuente de donde sale la energía y la compensación que se emplea en el trabajo». Preguntada si su entorno ralentizó su carrera responde: «No llegué a paralizar mi trabajo, pero sí que es cierto que un problema de salud provocó un cambio de ritmo en la actividad profesional. Un tiempo de reflexión y nuevos planteamientos necesarios para entender por qué ocurren esas cosas».
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