Murcia

El chupito por Gaspar ROSETY

La Razón
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España fue mucho mejor que Suiza, jugó más y con más calidad, tuvo la pelota dos de cada tres minutos y creó más de media docena de ocasiones de gol. Lamentablemente, no acertó en ninguna. La Nati, como llaman a la selección helvética, llegó media vez y marcó un gol a base de agujerear la sien de Piqué. La realidad es dura y te pone en tu sitio. Es la competición.Me gustaron cosas de España y acepto el debate como algo natural, aunque ya anticipo que no me gusta un pelo el derrotismo. Segunda lección en Suráfrica. La primera bofetada vino desde Estados Unidos, la segunda llega desde un equipo al que en Murcia, hace una semana, le hubiera caído una cesta de goles. Hitzfeld convirtió el partido en la pizarra perfecta y le salió; hizo lo que nos harán todos, bloquear a Xavi. Sin embargo, esa opción estaba más que entrenada. A España le falló la puntería, le sobró un larguero, le faltó acierto y, quizá, una pausa de serenidad para asegurar la eficacia rematadora ante la portería suiza. Hemos recibido una dosis de humildad superlativa, que hiere a un equipo que ya era humilde. Dicen que los campeones suelen empezar mal los grandes campeonatos, pero no me convencen estos pensamientos de consolación. Ni siquiera saber que ningún equipo en este Mundial, salvo Alemania ante Australia, ha dado imagen de gran fútbol. España dio lo que tiene excepto el gol. El profesor Luis Moser-Rothschild me dijo ayer que, para ganar, hace falta ser mejor que el rival y un chupito de suerte. Nos faltó el chupito. Su ausencia, aun así, nos deja una dañina resaca. Debemos mantener el afán de lucha y seguir creyendo en la Selección. Tendremos que crecer en la adversidad.