Sube la compra de fármacos un 20% para evitar pagar el euro por receta

BARCELONA- Aún no ha entrado en vigor la nueva tasa farmacéutica, el euro por receta, pero sus efectos ya son evidentes. De hecho, el tributo empieza aplicarse hoy y, aunque su razón de ser es la de disuadir el consumo de medicamentos según la conselleria de Salud, de momento ha conllevado todo lo contrario. Este mes, la compra de fármacos se ha disparado entre un 15 y un 20 por ciento respecto al mismo periodo de junio del año pasado, comunicó ayer el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB).

Según la entidad, el aumento se debe a que los usuarios han adelantado la compra de los fármacos que necesitarán antes de que finalice el mes. En ningún caso, señaló el COFB, se han dispensado medicinas que correspondan a recetas que se emitirán en los próximos meses, ya que el sistema sanitario supervisa que éstas se cursen con un margen de tiempo determinado. Las personas se han adaptado, dadas las circunstancias, «en la medida de sus posibilidades», apuntó.

A las 8.00 horas de ayer, la conselleria de Presidencia insistió, a través de un comunicado publicado en la página web del Govern, que la medida persigue «reducir el gasto en la dispensación de medicamentos a cargo del CatSalut y mejorar la calidad de la prescripción». En este sentido, desde el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona, se criticó duramente la nueva tasa que tildó de «multa» al ciudadano. Y es que, quien prescribe es el médico y no el paciente, recordó la entidad. «El euro por receta no ayudará a regular el consumo el consumo excesivo de medicamento», sentenciaron los enfermeros.

El año pasado, y según datos de Salud, se emitieron 155 millones de recetas lo que supuso un gasto de 1.692 millones de euros, un 7,8 por ciento menos que en 2010. El objetivo, a tenor de las explicaciones dadas por el propio conseller de Salud, Boi Ruiz, y el director del CatSalud, Josep Maria Padrosa, es conseguir que «aquellos fármacos que de todo el plan de medicación se prescriben sólo para cuando aparezcan molestias o dolor» no se compren ipso facto, sino que el paciente se espere a sentir ese dolor para canjear la receta. Así, defienden los representantes de Salud, se evitará la acumulación de medicamentos en los botiquines domésticos.

Para los enfermeros, la obligación de pagar un euro por cada receta –normalmente sólo incluye un medicamento– «disuade de hacer uso del derecho de la salud». Pero el Govern señaló un vez más ayer que «la tasa no supondrá una barrera para el cumplimiento terapéutico de los ciudadanos». Ya que, por un lado, se limita el total a pagar a 61 euros anuales (36 este año) y, por otro, los colectivos con muchas dificultades económicas no deberán abonar el tributo. Aún así, el sindicato Metges de Cataluña criticó la iniciativa, que aportará a las arcas catalanas unos 100 millones de euros anuales, por injusta.

Julio complicado
Además de la tasa, tanto ciudadanos como farmacéuticos deberán hacer frente el próximo 1 de julio a la actualización del copago farmacéutico previsto por el Ministerio de Sanidad. Desde el COFB se insistió ayer en que ven poco viable implantarlo en una semana ya que faltan medios técnicos y hay dudas que resolver para poder garantizar un buen servicio.

Ayudas para los más mayores
Una vez realizado el pago del euro por receta, el usuario puede solicitar al farmacéutico que le entregue un justificante aunque normalmente el profesional lo emitirá directamente. Con este, y siempre que se cumplan ciertos requisitos, CatalunyaCaixa se compromete a retornar cada euro pagado en concepto de tasa farmacéutica a sus clientes. Para ello, se ha de ser mayor de 65 años y tener domiciliada la pensión en la entidad bancaria. Asimismo, es necesario contratar una tarjeta de crédito o débito para recuperar el importe desembolsado hasta los 61 euros.